Juan Eslava Galán en Zaragoza: "Nerón fue un gobernante ejemplar en el incendio de Roma"

El escritor presenta ‘Historia de Roma contada para escépticos’ en el Patio de la Infanta

Juan Eslava Galán presenta esta tarde en Zaragoza su libro 'Historia de Roma contada para escépticos'.

Juan Eslava Galán presenta esta tarde en Zaragoza su libro 'Historia de Roma contada para escépticos'. / CARLA GREENWOOD

Daniel Monserrat

Daniel Monserrat

-¿Qué escepticismo hay que tener sobre la historia de Roma?

-Hay que tenerlo sobre todo en la Historia porque es una ciencia, también un arte, y por eso casi cada generación modifica el pensamiento de la generación anterior así que siempre hay que tener esa prevención.

-¿Roma es nuestro espejo?

-Nosotros somos romanos, esto que hablamos es latín evolucionado y los fundamentos de la civilización occidental son los Roma, la ley y nuestras costumbres mismas, es la que nos ha dado la ciudadanía.

-Dice que la decadencia actual se parece a la de Roma, ¿no hemos aprendido de la Historia?

-Nunca se aprende, la decadencia es muy similar a la que tuvo Roma. De pronto nos hacemos hedonistas, no nos gusta trabajar y empezamos a aceptar a los bárbaros para hacer ese trabajo. Los bárbaros como extranjeros, no como insulto, y llega un momento en que todo eso se diluye y ya viene otra cosa.

-¿Vamos a acabar igual?

-Sí, probablemente, hay que tenerlo en cuenta. Europa está muy de capa caída.

-¿Cómo fue capaz de llegar a ser el imperio más importante de la historia?

-Primero, la posición, una posición central en el Mediterráneo. Y luego fue cuestión de casualidad, ellos no se propusieron esto. Entonces los pueblos eran invasivos, cada pueblo abusaba del que tenía al lado si era más débil. Pero lo de Roma vino de una especie de carambola; de repente se encontraron con que dominaban prácticamente todo el mundo conocido. Fueron tacita a tacita construyendo ese imperio hasta que se hizo tan grande que era ingobernable. Ellos eran conscientes de esto, empezaron a fragmentarlo, pero ni por esas lo salvaron.

-¿Lo consiguió por las armas?

-Por las armas y la civilización. Por ejemplo, en la península había una serie de tribus enfrentadas entre ellas y ellos empiezan por darle la ciudadanía romana a los hijos de las tribus por lo que ya tiene a esta gente de su lado. Es decir, les dan una civilización superior, dejan de pelearse entre ellos porque hay una ley romana y al que no se somete, eso sí, le crujen. Entonces, la civilización es superior a la que tenías. Eso es un arma importante, no solo el ejército.

-¿Qué cosas negativas hemos heredado de Roma?

-Se me ocurre que eran muy corruptos.

-¿Había mucha corrupción?

-Muchísima, pero ellos aceptaban que eran corruptos.

-¿Y qué me dice de la vida sexual de los romanos?

-Se ha magnificado mucho por culpa del cine que trata solo la última etapa, la decadencia de Roma, no le interesa la Roma anterior. Y en Roma hay muchos periodos anteriores. Desde el punto de vista sexual son gente muy estricta al principio, pero en las películas salen las bacanales, que se daban, pero eso ya es el final del imperio.

-No estaba mal vista la pederastia.

-Como no eran cristianos, donde casi todo es pecado, la aceptaron como un reflejo de la historia de la costumbres griegas que admiraban mucho. En los griegos existía el erastés, el señor maduro que le enseñaba y protegía al erómeno que era un mozalbete que se sometía sexualmente hasta que le empezaba a crecer la barba, que tenía que irse con la mujer. 

-¿Fue el cristianismo el causante del fin del imperio?

-Mucha gente lo ha culpado, pero no. Para el final del imperio hay diversos motivos, su economía se basaba en la explotación de los esclavos. Cuando llega el cristianismo ya hay una filosofía griega que es el estoicismo que es contraria a la esclavitud y el cristianismo está en la misma onda. Y los romanos empiezan a hacer más humano el tema de los esclavos. Esa es una de las consecuencias, el final de la esclavitud en la que se ha basado la economía romana provoca su decadencia.

-¿Había mucha desigualdad?

-Las desigualdades eran tremendas en todos los sentidos. Hay gente con una riqueza impresionante que tenían hasta 20.000 esclavos. Y luego había gente miserable y también desigualdades dentro del imperio según ciudades y raza. Los ciudadanos romanos, que tienen una serie de ventajas, no son muchos. Por ejemplo, San Pablo es ciudadano romano y no se le puede crucificar pero San Pedro y Jesucristo no lo son, están sometidos al imperio pero no son ciudadanos, así que los crucifican. Hay unas ventajas sociales y luego hay una clasificación que se acerca a la ciudadanía sin tenerla dependiendo en la ciudad en la que estás. Por ejemplo, al ser de Cesaraugusta no tenías una serie de impuestos que sí tenías si estabas a unos kilómetros, pero fuera de ella.

-¿Qué película ha desvirtuado más el Imperio Romano?

-'Quo Vadis' te da una idea equivocada de la persecución de los cristianos y del emperador Nerón cantando cuando Roma está ardiendo y la ha quemado él. En el incendio de Roma fue un gobernante ejemplar e hizo lo que pudo, después ya hizo locuras. En otras, nos ponen los espectáculos gladiatorios y al final vemos un montón de muertos en el circo cuando de vez en cuando había algún muerto, pero eso estaba pactado previamente porque cada muerto le costaba al organizador un dineral. Lo normal es que hubiera sangre, heridas… pero estaba todo calculado. El cine ha deformado mucho.

-Luego está lo del color rojo.

-Vemos a todos los soldados romanos con una capa roja, pero, primero, no usaban capas y, segundo, el rojo era un color carísimo y solo se usaba en la orla de los togados más importantes. 

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