Amaral: "Venimos a que nos cuenten qué han sentido oyendo el disco"

Los aragoneses brindaron con sus fans de Zaragoza en una multitudinaria firma de discos de 'Dolce vita'

Daniel Monserrat

Daniel Monserrat

ZARAGOZA

Faltaban todavía dos horas para que Eva Amaral y Juan Aguirre llegaran a la Fnac de Zaragoza para brindar en forma de firma de discos por su nuevo trabajo, 'Dolce vita', y en la fila (que llegaba hasta la entrada del párking de la plaza España ya) habría unas 100 personas, algunas habían llegado poco antes de las 10 de la mañana. Por supuesto, la fila no ha dejado de crecer incluso cuando la firma ya había empezado (lo hacía a las 18.00) aún con las dudas de si le daría tiempo al dúo a firmar a todo el mundo (ya se había advertido previamente que a las 20.00 horas terminaba el evento).

«Llevo nerviosa desde que me enteré que venían a firmar y hoy he salido antes de trabajar para no quedarme la última en la fila», decía Sandra, una treintañera que había acudido sola a la firma, pero ya se había hecho un par de amigos en la espera.

Sonrisas y saludos

Dentro del centro comercial no dejaban de sonar canciones de Amaral (bien es cierto que antes de que empezara la firma eran de discos anteriores) mientras los primeros afortunados ya esperaban la llegada del grupo para tener en sus cedés (y muchos vinilos, también) la firma de los dos artistas. Y llegaron, entre sonrisas y saludos, dispuestos a casi todo y «muy contentos» de estar en casa para devolver todo el cariño que han ido recibiendo a lo largo de todos estos años.

«Estamos encantados, acabamos de llegar a Zaragoza y muy emocionados con la respuesta de la gente y venimos a que nos cuenten qué han sentido oyendo el disco», explicaba Eva Amaral instantes antes de empezar la firma, aunque no quisieron olvidarse del «gran talento que el cine aragonés ha demostrado en los Goya».

Familias en la fila

Fuera, de la fila ya no se veía el final desde la entrada de la Fnac y llamaba la atención la presencia de varios niños en la fila (incluso de algunos se podía decir que el vinilo era casi más grande que ellos) lo que viene a consolidar la idea de que Amaral es un grupo intergeneracional. «Hemos venido toda la familia porque son lo más grande de Aragón», decía la madre (Belén) mientras vigilaba que todo estuvieran en orden.

Dentro de la aglomeración y lo multitudinario del acto, el ritmo era fluido y cada periodo relativamente corto de tiempo se daba paso a un nuevo grupo de gente. No faltaban tampoco los que le llevaban al dúo algún regalo en forma de postre («para endulzarlos») por el cumpleaños de Juan Aguirre o en forma de bordados y pancartas. 

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