La librería zaragozana La Pantera Rossa lanza una campaña de 'crowdfunding': "Sobrevivimos a duras penas"

El establecimiento acaba de impulsar una campaña de micromecenazgo ante la delicada situación económica que atraviesa su proyecto

La Pantera Rossa, ubicada en la calle San Vicente de Paúl, abrió sus puertas el 10 de diciembre de 2010.

La Pantera Rossa, ubicada en la calle San Vicente de Paúl, abrió sus puertas el 10 de diciembre de 2010. / miguel ángel gracia

Rubén López

Rubén López

Zaragoza

La aventura cultural de la librería zaragozana La Pantera Rossa echó a andar el 10 de diciembre de 2010 en la calle San Vicente de Paúl. Su inauguración ya fue una declaración de intenciones en toda regla y pocos días antes de su estreno un cartel colgaba del escaparate: 'Próxima apertura por crisis'. Así han seguido todos estos años, conviviendo con todo tipo de crisis: la económica, la del libro, la sanitaria... En los últimos meses, las dificultades se han intensificado aún más debido a la caída de las ventas (generalizada en casi todo el sector), el sobrecoste por unas mejoras realizadas en el local y varios requerimientos de pago. La cuerda se ha tensado tanto que la librería ha tenido que lanzar por primera vez en su historia una campaña de 'crowdfunding' para recabar nuevos apoyos entre la ciudadanía. 

«Este nunca ha sido un proyecto lucrativo y nunca lo va a ser, pero se han juntado una serie de factores que nos han situado en el límite. De todas formas, cada vez tenemos más claro que necesitamos una mayor comunidad de colaboradores si queremos continuar, porque si no económicamente será muy difícil», explica con franqueza Chabier Nogueras, uno de los impulsores de La Pantera Rossa.

La de la calle San Vicente de Paúl nunca ha sido una librería al uso. A lo largo de estos años ha sido refugio de libros diferentes, esos que invitan a la reflexión y al pensamiento crítico y que difícilmente logran hacerse hueco en las estanterías habituales. «Apostamos por los libros como herramienta de transformación social», apunta Nogueras, que subraya que la librería también es un centro social, un «lugar de encuentro y resistencia cultural» donde compartir pensamientos, experiencias y realidades transformadoras.

En los últimos meses, esa resistencia ha llegado hasta las últimas consecuencias, con los tres trabajadores de la librería –gestionada profesionalmente en sociedad cooperativa– teniendo que posponer el cobro de sus nóminas para que el proyecto pudiera seguir adelante.

Con todo, Chabier Nogueras indica que en ningún momento se han planteado bajar la persiana: «No es la intención bajo ningún concepto, queremos que esto sobreviva a toda costa».

Clientela fiel

Sin duda, su mejor garantía de futuro es la comunidad lectora que han logrado crear en estos casi 15 años y una clientela fiel que, en algunos casos, también aporta sus donaciones (cuentan con unos 200 socios cooperativistas). Pero la librería es consciente de que debe seguir sumando nuevos apoyos. Por eso, el pasado 1 de mayo lanzó en la plataforma goteo.org la citada campaña de micromecenazgo.  

En lo que va de mes ya han conseguido recaudar casi 11.000 euros (se han fijado un mínimo de 16.428 y un objetivo «óptimo» de 22.428 euros). «Decidimos lanzarla porque vimos que otras librerías amigas de Madrid lo habían hecho y la verdad es que estamos muy contentos de la respuesta», indica Nogueras. Este tipo de campañas están a la orden del día en el debilitado sector cultural y demuestran lo complicado que es mantener o impulsar según qué proyectos.

La librería está especializada en ensayo social y político.

La librería está especializada en ensayo social y político. / miguel ángel gracia

En el caso de La Pantera Rossa, también resisten gracias al apoyo de cooperativas editoriales y distribuidoras de lo que ellos llaman «el ecosistema crítico del libro», organizaciones con las que tienen contraída una deuda histórica por la venta de libros entregados en depósito y que necesitan saldar. «Estamos acostumbrados a sobrevivir a duras penas, y eso que contamos con la ayuda mutua y la intercooperación entre quienes defendemos una economía social y solidaria, un apoyo que garantiza que podamos tener una selección de libros críticos imprescindibles para seguir siendo el proyecto que elegimos ser. De no ser así, la librería que somos tendría los días contados». 

La Pantera Rossa está especializada en «ensayo social y político de contenido crítico con el capitalismo y que promueve alternativas al sistema». Muchos de sus impulsores formaron parte de la redacción aragonesa del periódico Diagonal y en su fundación también jugaron un papel importante el grupo de estudios multidisciplinar A Zofra, la Red de apoyo a Sin Papeles y el colectivo por la no violencia activa y la desmilitarización social Mambrú.

Junto a su firme apuesta por los textos más críticos y políticos, la librería cuenta con una importante selección de narrativa social y de literatura infantil y juvenil que huye «de los estereotipos sexistas y que promueve una socialización basada en la igualdad y la libertad». 

Para impulsar esa faceta de contrapoder cívico, la planta sótano de la librería ha acogido en estos años asambleas, charlas, seminarios, talleres, presentaciones de libros o exposiciones artísticas.

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