Las claves de la renuncia del Ayuntamiento de Zaragoza a su proyecto de la Lonja

La contestación social y política de un debate que activó el propio consistorio han provocado el fracaso del plan

El 3 de mayo se celebró un abrazo ciudadano contra el proyecto de la Lonja de Zaragoza.

El 3 de mayo se celebró un abrazo ciudadano contra el proyecto de la Lonja de Zaragoza. / CARLA GREENWOOD

Daniel Monserrat

Daniel Monserrat

ZARAGOZA

Apenas un mes y medio ha transcurrido desde que la alcaldesa Natalia Chueca presentara en sociedad (el 9 de abril) el proyecto de reforma de la Lonja de Zaragoza en el mismo espacio y ya no existe. El ayuntamiento anunció el miércoles por la tarde (a través de un breve comunicado) que renunciaba al mismo en pro de "mantener un clima de entendimiento y no generar crispación en torno a este espacio histórico del Renacimiento aragonés". Hasta ahí la causa oficial que llega, por cierto, cuando la propia Chueca está de viaje institucional por Estados Unidos. ¿Pero qué hay detrás de esta decisión?

Un primer intento que activa el debate

Hasta la pasada legislatura no había debate sobre la Lonja, era la sala de exposiciones más importantes de la ciudad y la cuestión de si debía estar diáfana o no, no estaba en la agenda pública. Sara Fernández, ya concejala de Cultura del Ayuntamiento de Zaragoza, anunció la idea de convertir la Lonja en un espacio dedicado a Goya recuperando la segunda planta. Ahí empezaron las primeras protestas sociales que fueron a más cuando se conoció el proyecto para instalar ascensores que la Comisión Provincial de Patrimonio echó abajo. Una idea que no se desechó ya que se volvió a insistir en ello que es lo que desató ya una furibunda reacción popular que hizo que la propia alcaldesa Natalia Chueca tuviera que garantizar que ese proyecto no iba a tener lugar. Para entonces, el debate sobre la Lonja, tras muchos años sin estar latente, ya estaba activado.

El polémico proyecto

El 9 de abril en la propia Lonja, Natalia Chueca desveló la inversión de 2,5 millones de euros que se iba a acometer en el edificio con un proyecto que fue el que desató definitivamente la tormenta. El plan era, además de sanear las tuberías y las instalaciones eléctricas, recuperar la puerta original (la ubicada en la calle Don Jaime) y 'desnudar' el interior, aunque con un matiz, la instalación de cuatro cubículos en cada una de las esquinas para acoger baños, vestuarios y diversos sitios de almacenaje. No hubo que esperar muchos días para que areeciaran las críticas surgidas desde la sociedad civil que se pusieron radicalmente en contra desde el inicio. Una posición que dio la sensación que descolocó al ayuntamiento.

La reforma recuperará la puerta original de la calle Don Jaime.

La reforma preveía recuperar la puerta original de la calle Don Jaime. / AYUNTAMIENTO DE ZARAGOZA

El rechazo social

A partir de ese momento, desde Gozarte con el apoyo de la historiadora y estudiosa del edificio, Carmen Gómez Urdáñez, y otras asociaciones como Apudepa y un buen número de catedráticos y profesores universitarios, se empezó una campaña en contra de la reforma que lejos de apaciguarse iba incrementándose con el paso de los días. Además de una campaña de recogida de firmas (que ya iba cerca de las 10.000), se convocó un abrazo ciudadano al edificio el pasado 3 de mayo con una asistencia multitudinaria que dejó claro que al ayuntamiento se le estaba enquistando el problema. Aun así, desde el ayuntamiento se abría la puerta a explicar el proyecto a los contrarios, aunque ya empezó a deslizar que se estaba usando como "arma política".

La oposición en tromba

Al rechazo social se sumó el de todos los grupos de la oposición, que empezaron a pedir la retirada del proyecto, con un Vox muy vehemente. Julio Calvo llegó a decir del proyecto que "ponía los pelos de punta". El PSOE no se quedó atrás y, tras una Comisión de Cultura el pasado martes muy dura con este asunto, exigió la retirada del mismo. Tampoco ZeC apoyaba que se tocara la Lonja por lo que políticamente era un proyecto que se tambaleaba ya que, no hay que olvida que Natalia Chueca no tiene mayoría absoluta en el Gobierno y difícilmente iba a conseguir apoyos para el presupuesto de 2026 si seguía delante con este proyecto.

... y la Comisión Provincial de Patrimonio

La Comisión Provincial de Patrimonio no se había pronunciado todavía sobre la reforma, la iba a abordar en su reunión del próximo 5 de junio. Ahora ya no lo hará pero desde el ayuntamiento empezaron a tener muchas dudas de que esta aprobara la misma y en el caso de que le hiciera hacer modificaciones al mismo, las fechas se retrasarían y estaríamos muy cerca de las elecciones municipales de 2027. No parece que el ayuntamiento de Natalia Chueca tuviera ninguna intención de tener esta herida abierta para entonces.

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