La Lonja expone los tesoros asiáticos del Museo de Zaragoza

La colección de arte asiático del Museo de Zaragoza, una de las más importantes de España, se expone en la Lonja de la capital aragonesa hasta el 13 de octubre... como nunca se había visto. Principalmente porque los 888 metros cuadrados que tiene la sala de exposiciones de Zaragoza son casi la mitad de la superficie total del museo por lo que hay piezas que se van a ver en esta muestra, que estará abierta hasta el 13 de octubre, que nunca han sido expuestas y que pasarán mucho tiempo hasta que puedan volver a verse.

'Tesoros. Colecciones de arte asiático del Museo de Zaragoza' es el título de la exposición que ha sido desgranada este martes por una de sus comisarias, Ana Labaila; en un acto en el que ha estado acompañada por el director general de Cultura del Gobierno de Aragón, Pedro Olloqui; y la concejala de Cultura de Zaragoza, Sara Fernández.

Un "viaje" al continente asiático

Así, este "viaje" al continente asiático "difícil de realizar si no es a través de este arte" comienza con objetos de arte asociados al budismo en un espacio donde se pueden ver esculturas, pinturas, altares, relicarios, manuscritos y obetos rituales de lugares como Tailandia, Birmania, Gandhara, Tíbet, India, Japón y China.

"Tuvimos claro que queríamos contar que el Museo de Zaragoza es único por la colección asiática con la que cuenta y, además, queríamos explicar que el germen fue la colección de Federico Torralba pero que ha ido creciendo y creciendo a través de particulares. Por eso, presentamos las colecciones desde el inicio", ha señalado Labaila.

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La segunda parte de la exposición se abre a China a través de sus manifestaciones artísticas más destacadas como son la cerámica y la porcelana, especialmente la laca, la pintura, la talla de piedras duras, los esmaltes 'cloisonné' y el bordado en la seda.

Un ambiente sugestivo y oscuro

La muestra tiene una iluminación deliberadamente oscura, no por capricho, sino porque, tal y como ha explicado la comisaria, "la conservación de las piezas que aquí se exponen así lo exige". De hecho, ha desgranado Labaila, muchas de las piezas, cuando acabe la exposición volverán a recogerse y algunas tendrán que pasar tres años hasta que puedan volver a ver la luz". Ese ambiente (obligado, eso sí) le confiere a la exposición, en todo caso, "un ambiente sugestivo y evocador".

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En la última sección, 'Tesoros' viaja hasta el arte de Japón a través de sus cerámicas y porcelanas, muchas de las cuales pensadas para la ceremonia del té, y su pintura sobre diferentes formatos como rollos colgantes y biombos. Aquí también destacan la caligrafía y el arte de la laca urushi y especialmente el arte del grabado xilográfico japonés con ejemplos de estampas y libros ilustrados de los movimientos ukiyo-e, shon-hanga y sosaku-hanga.

Como curiosidad, las piezas más antiguas de la muestra están relacionadas con el arte budista de Gandhara. Son una cabeza de oferente, datada en el siglo II, y una cabeza de Buda, datada en el siglo III. El grueso de las obras están datadas en los siglos XVIII, XIX y XX, aunque también hay de este siglo.

Última parada del programa Abierto por obras

El director del Museo de Zaragoza, Isidro Aguilera, que ha anunciado que se jubila en menos de una semana, ha señalado que esta exposición está dentro del programa Abierto por obras que se ejecuta tras el cierre temporal de la sede central del museo: "No podíamos dejar a la sociedad sin el reflejo de esta colección", ha señalado.

"Estas colecciones permite conectar con otras culturas y otros sistemas de pensamiento y arte, nos hace enriquecernos y ampliar nuestra mirada lo que nos permite respetar al otro", ha concluido Labaila.