¿Qué va a hacer Sabina en su día libre entre sus dos conciertos en Zaragoza?

El jiennense abarrotó el pabellón Príncipe Felipe este pasado jueves y este próximo sábado se despedirá de la capital aragonesa con un segundo concierto en tres días

Joaquín Sabina durante su concierto del pasado jueves en Zaragoza

Joaquín Sabina durante su concierto del pasado jueves en Zaragoza / Rubén Ruiz

Zaragoza

Habrán pasado menos de 48 horas cuando Joaquín Sabina se suba de nuevo a las tablas del pabellón Príncipe Felipe para despedirse de sus incondicionales en Zaragoza. Será la segunda y última cita en la capital después de salir por la puerta grande en su primer asalto este pasado jueves ante unas 7.000 personas que llegaron al éxtasis en una noche para el recuerdo infinito.

Dos noches para emociones a flor de piel en un último baile del jiennense que le ha llevado a una docena países y una agenda repleta de conciertos en nuestro país hasta noviembre con todavía un puñado de citas que no han colgado el cartelón de No hay entradas. Una de ellas, precisamente, es la de este próximo sábado en Zaragoza, con todavía unas 200 entradas disponibles entre 55 y 100 euros en el momento en el que se publica este artículo.

En esta gira Hola y adiós  es habitual que Sabina tenga al menos dos conciertos en la misma ciudad con un día de descanso entre medio para recuperarse y cargar pilas y, claro, habrá quien fantasee con poder encontrárselo cara a cara. No es frecuente, pero tampoco extraño en otros casos. Un ejemplo es el de Bruce Springsteen en San Sebastián, ciudad con la que tiene un idilio especial. Conocidas son sus imágenes paseando por la capital guipuzcoana o disfrutando de un día de playa junto a su familia.

¿Qué va a hacer Sabina en Zaragoza?

No parece que Sabina se vaya a prodigar mucho por las calles de Zaragoza este viernes. Así lo reconoce Félix Cartagena, promotor de conciertos que mantiene una estrecha relación con el jiennense. "Va a pasar todo el día descansando y leyendo", asume, confirmando que continúa en la capital hasta el domingo, pero que en sus planes no está prodigarse mucho más allá de su habitación de hotel.

No es una rutina extraña para Sabina. Es de sobra conocida su pasión por la lectura. Lo confirma, una vez más, Cartagena. "Es un adicto a todo tipo de lecturas, viaja leyendo. Hoy se leerá uno, dos libros; bueno, los que le dé tiempo. Conozca a poca gente que lea tanto como él", reconoce.

Cuenta incluso una anécdota para dimensionar al personaje. Fue en el año 2010, en el marco de su gira Vinagre y Rosas. Una de sus paradas fue Ejea de los Caballeros, para sorpresa de sus fans -aunque menos si se tiene en cuenta que su saxofonista, Josemi Sagaste, es de Bardenas-. Fue entonces cuando cayeron en sus manos unos libros históricos sobre la ciudad de las Cinco Villas. "Demostró que conocía mejor la historia de Ejea que el propio Josemi", ejemplariza el promotor.

No es una fachada ni nada impostado, sino una manera de ser, de vivir, y que además le ayuda a desconectar entre conciertos. "Viaja leyendo. No me puedo imaginar la de kilos de libros que ha devorado en los últimos tres meses. Además, luego engrosan la biblioteca de su casa", afirma Cartagena. Sin tampoco tener especial predilección por un género sobre otro. "Imagino que si hay algún libro que no le gusta, lo dejará", concede.

El promotor rechaza que Sabina vaya a seguir una rutina especial o vaya a comer algo diferente a lo que acostumbra en un día normal. "A mayor altura del artista, menores tonterías", concluye.

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