Manuel Gómez Pereira presenta 'La cena' en Zaragoza: "Satirizar a los dictadores es un ejercicio muy saludable"
El director y guionista madrileño ha protagonizado un coloquio en los Cines Palafox

Manuel Gómez Pereira, este miércoles en los Cines Palafox. / RUBEN RUIZ

El cineasta madrileño Manuel Gómez Pereira ha presentado este miércoles en los Cines Palafox de Zaragoza su nueva comedia: ‘La cena’, que el pasado fin de semana fue la segunda película más vista en las salas españolas. Protagonizada por Mario Casas y Alberto San Juan, el filme recrea un banquete victorioso del ejército de Franco en el Hotel Palace de Madrid poco después de terminar la guerra civil.
Esa cena no se llegó a celebrar en la vida real, pero a Franco "realmente le gustaba el Palace y tuvo cierto resquemor porque no pudo cenar allí", según apunta Gómez Pereira: "Su objetivo era celebrar la victoria, pero el hotel madrileño era un hospital de sangre tras el final de la guerra".
Inspirada en la obra de teatro 'La cena de los generales' de José Luis Alonso de Santos, el filme combina la comedia y el relato histórico en una trama en la que un joven teniente (Mario Casas), un maître meticuloso (Alberto San Juan) y un grupo de prisioneros republicanos expertos en cocina, deben preparar un banquete impecable en tiempo récord. Lo que parece un encargo rutinario se transforma en un intento de fuga planificado desde las cocinas.
-¿Cómo se empezó a cocinar ‘La cena’?
-El proyecto se remonta muchos años atrás. Sancho Gracia me pasó el texto cuando la obra de teatro se estrenó en 2008 y ya entonces me gustó mucho. Vi rápidamente que ahí había una película. Además, yo ya conocía a Alonso de Santos, que es un dramaturgo al que se le han adaptado ‘La estanquera de Vallecas’ o ‘Bajarse al moro’. Ya en esa época intenté llevar el proyecto adelante, pero al final no puedo ser. Y hace cuatro años lo retomamos con el productor Cristóbal García.
-¿Era la comicidad del texto, pese a la dura situación del país en esos años, lo que más le atraía?
-El tratamiento de comedia me parecía que daba mucho juego, sin olvidar que es una película que tiene sus luces y sus sombras, porque al final la comedia bebe mucho del drama. La película retrata una época y el Palace es como la parábola de un país que vive un momento terrible, con personajes que buscan sobrevivir y donde conviven la comedia, el drama y el amor. Todos esos elementos daban mucha consistencia para desarrollar un guion. Por ejemplo, la obra de teatro se desarrolla solo en la cocina y aquí creamos nuevos personajes y tramas.
-En algunas críticas han relacionado la película con Berlanga. ¿Usted también lo ve así?
-Bueno, a Berlanga siempre se le conecta con esa parte tan costumbrista. Tuve la suerte de conocerle a él y a Azcona. Siempre hay un poso del cine que te gusta, y esa comedia española que cuenta tantas cosas a mí me encanta… ‘La cena’, por ejemplo, conecta en lo coral con ‘La vaquilla’ o ‘Todos a la cárcel’, sobre todo en el manejo de los personajes y esa coralidad en la que todos los papeles tienen un sentido.
-Han reunido a un reparto excepcional: Alberto San Juan, Mario Casas, Eva Ugarte, Asier Etxeandia, Antonio Resines… ¿Cómo lo han conseguido?
-Yo creo que lo que convence antes de nada es el personaje y el guion. Lo bueno de todos ellos es que son actores muy comprometidos y que tienen sentido del humor, algo fundamental porque hacer comedia no es nada fácil. A mí me encanta trabajar con los actores y en esta película ha sido un auténtico placer porque los personajes han crecido mucho.
-La película tiene mucho de sátira.
-Claro, y es un ejercicio muy saludable. Satirizar a los dictadores, también a los de ahora, es muy recomendable porque te permite contar desde el humor el peligro que tienen.
-¿Fue un reto mostrar a Franco desde la comedia?
-El actor que lo interpreta (Xavi Francés) tiene un gran sentido del humor pero estábamos de acuerdo en que no debíamos hacer una caricatura. Franco era un hombre serio y con muchos complejos y por eso cuando sale en escena es contundente, pero siempre dentro de la sátira.
-¿Cree que la película conecta de alguna forma con la actualidad?
-Bueno, el estreno coincide con el 50 aniversario de la muerte de Franco, algo que ha sido casual… Estos días leía y oía encuestas cuya conclusión es que Franco está de moda porque hay jóvenes de entre 20 y 25 años que piensan que con el dictador se vivía mejor. Y creo que es terrible, porque demuestra que los populismos están surtiendo efecto. Estaría bien que esos jóvenes vieran la película porque creo que tienen que documentarse. El humor, como la palabra, siempre es una buena arma de defensa y ataque. Y en este sentido, la película es absolutamente antibelicista.
-Siempre se ha movido como pez en el agua en la comedia…
-Sí, me encuentro muy a gusto haciendo comedia, aunque es un género complicado en el que hay que trabajar mucho la estructura y el guion. Al final, la comedia es también una manera de ver la vida… Pero también he abordado otros géneros, aunque me hayan regañado un poco cuando lo he hecho (ríe).
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