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Los Borgia

Borja, localidad de la que no está del todo claro que provengan los Borgia. TURISMO DE ARAGÓN

Sin duda, la historia de la familia Borja o Borgia en su variante italianizada, es una de las que más ha dado que hablar, pudiendo encontrar numerosas novelas, series y películas que tratan el tema. Y es que lo que se nos cuenta de ellos da para ello. ¿Pero es todo cierto, o es en parte una exageración fruto de los muchos enemigos que tuvieron?

En primer lugar, toca hablar de si, como se suele comentar a veces, esta familia tenía un origen aragonés y especialmente en la localidad zaragozana de Borja. Lo cierto es que se sabe muy poco sobre los orígenes de esta familia, aunque se puede seguir en cierta medida su rastro. Borja fue conquistada a los musulmanes en el primer tercio del siglo XII por Alfonso I el Batallador, siendo repoblada posteriormente para asegurar su defensa, así que es posible que algunas de las personas que allí acudieron a vivir adoptaran ese nombre como apellido. De hecho, hay varios casos documentados en la Edad Media de gente con dicho apellido tanto en la propia localidad como en sus alrededores, y se ha llegado a decir que algunos de esos Borja participaron más tarde, ya en el siglo XIII, en la conquista de Valencia realizada por Jaime I el Conquistador, asentándose así en la zona y especialmente en Játiva. Y es que es allí donde empezamos ya a ver a los famosos Borgia a partir del siglo XIII haciendo fortuna a través de diversos negocios comerciales. ¿Es posible que esa familia se hubiera trasladado hasta allí desde su Borja original? Hay teorías que dicen que sí y otras que no, aunque parece que por el momento y con lo que se sabe ninguna es del todo concluyente. Lo que es seguro es que provenían de la Corona de Aragón.

La primera figura realmente prominente de esta familia fue Alfonso de Borja cuando todavía eran tan sólo uno más de esos linajes de la pequeña y mediana nobleza del reino de Valencia. Este Alfonso fue medrando poco a poco en política mientras fue ascendiendo en la carrera eclesiástica, llegando a estar al servicio de reyes como Fernando I y sobre todo Alfonso V de Aragón, quien conquistó a mediados del siglo XV el reino de Nápoles. Gracias a los servicios prestados fue nombrado obispo de Valencia en 1429, llegando a ser más tarde cardenal en 1444. Fue entonces, cuando se convirtió en príncipe de la Iglesia, cuando fijó su residencia en Roma y comenzó la historia de esta familia en tierras italianas y que con el paso del tiempo cambió la grafía y la pronunciación de su apellido por Borgia. El momento álgido de su poder llegó a partir de 1455 al ser elegido papa adoptando el nombre de Calixto III. Una elección que causó un gran revuelo entre los propios romanos y también en el resto de la península Itálica, dado que provenía de la Corona de Aragón en un momento en el que esta estaba aumentando mucho su influencia política en la zona. Esa llegada al papado granjeó a los Borgia numerosos enemigos, especialmente entre las grandes familias de la nobleza romana como los Colonna y los Orsini, quienes veían la irrupción de los Borgia en la política italiana como una amenaza a su propio poder.

Imagen de Alejandro VI, atribuído a Berruguete, Museos Vaticanos EL PERIÓDICO

Pero cuando realmente alcanzaron su fama fue más adelante, con el sobrino de Calixto III y su estirpe. Rodrigo Borgia fue una persona inteligente y sobre todo muy ambiciosa, quien a través de la Iglesia fue también ascendiendo hacia la cúspide del poder, colocándose con el paso del tiempo en la primera línea del poder en la Roma papal. No dudó en tomar parte en las disputas que Fernando e Isabel, los que acabarían siendo los Reyes Católicos, tuvieron para conseguir el trono de Castilla. Al final, el 11 de agosto de 1492 consiguió las alianzas suficientes como para ser elegido papa, adoptando desde entonces el nombre de Alejandro VI. Pero como buena parte de los pontífices de su época, realmente estaba más preocupado por aumentar su poder y riqueza que por las cuestiones espirituales, cumpliendo más bien poco con aquello de que hay que predicar con el ejemplo.

Trató de aumentar su influencia y la de su familia trazando alianzas casando a sus hijos, especialmente al famoso César Borgia y a Lucrecia. Se ha teorizado incluso que el objetivo del papa Alejandro VI era tejer tal red de alianzas que pudiera conseguir casi que el papado llegara a ser algo incluso hereditario para su familia. Probablemente no sea cierto, pero desde luego trató de alcanzar un poder que, a su muerte, en al año 1503, no tardaría en derrumbarse frente a los muchos enemigos que se había creado. Como paradigma de todo esto queda el caso de la mencionada Lucrecia Borgia, a quien su padre fue casando y descasando según conviniera. Incluso se dice que mandando asesinar a alguno de sus yernos como expeditivo método de divorcio. Se le ha puesto una injusta fama de incestuosa y maquinadora, pero lo que debemos ver realmente es que fue una mujer de una enorme cultura, amante de las artes y mecenas de diferentes artistas y que ha quedado ensombrecida por la larga sombra creada sobre su propia familia.

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