La iglesia española de Roma: de la embajada de los Reyes Católicos al entierro del papa Francisco en una basílica muy vinculada a España

El papa es enterrado este sábado en Santa María Maggiore, un templo muy vinculado a nuestro país, igual que otros puntos importantes de Roma

Basílica de Santa María Maggiore.

Basílica de Santa María Maggiore. / Turismo Roma

Sergio Martínez Gil

Sergio Martínez Gil

Este sábado por la mañana se celebra el funeral del papa Francisco, que según sus deseos se convierte hoy en el sexto pontífice tras Sixto V, Clemente VIII, Nicolás IV, Honorio III y Pablo V, que decide que sus restos reposen en una de las iglesias más importantes de Roma: Santa María Maggiore. Un templo que, además, tiene desde hace siglos una relación muy estrecha con la monarquía española y que todavía se mantiene hoy en día.    

En realidad, Roma tiene desde hace mucho tiempo una importante vinculación con las Españas, como se puede ver en diferentes rincones. Por ejemplo, allí abrieron Fernando II de Aragón e Isabel I de Castilla, es decir, los Reyes Católicos, la primera embajada permanente ante el papado hace ya más de quinientos años, algo que ha quedado fosilizado en el urbanismo de la ciudad eterna con una de sus plazas más famosas: la plaza de España. Allí mismo encontramos también el Monumento a la Inmaculada Concepción, erigido en el año 1857 y muy vinculado a España, pues este ha sido uno de los países que más ha defendido que la Iglesia declarara la Concepción de la Virgen como dogma de fe.           

Podemos hablar también de la Academia de España en Roma, fundada en 1873 durante la efímera Primera República Española, que sigue hoy en activo, y de donde han surgido artistas tan importantes como el pintor aragonés Francisco Pradilla. O también de la iglesia de Santa María in Monserrato, erigida en el siglo XVI por miembros de la Hermandad de la Virgen de Montserrat para acoger a los peregrinos que viajaban hasta Roma, y que es considerada como la iglesia nacional española en la ciudad. Incluso el rey Alfonso XIII estuvo allí enterrado unos años tras su muerte en el exilio en 1941, hasta que más tarde sus restos fueron llevados al Panteón Real de San Lorenzo del Escorial.               

Pero si hay otro lugar muy vinculado a España, o al menos a la monarquía española, ese es el templo de Santa María Maggiore, una de las basílicas que precisamente, en este 2025 en el que se celebra el Año Santo, hay que visitar y atravesar su Puerta Santa para recibir indulgencia plenaria. La construcción de esta iglesia data del siglo IV d.C., siendo levantada en lo alto de la colina del Esquilino. Pero según la tradición, el lugar no fue elegido por casualidad. Y es que fue la propia Virgen María quien señaló el lugar al patricio Juan y al papa Liberio haciendo caer allí una nevada en pleno mes de agosto. Por eso cada 5 de agosto se conmemora el Milagro de la Nieve y durante la liturgia se lanza una cascada de pétalos blancos desde el techo. Con el tiempo se convirtió en el templo más grande de Roma dedicado a la Virgen María, siendo una iglesia muy vinculada al propio papado, pero también a la monarquía española. ¿Pero cuándo se inició esta relación?    

Nos tenemos que ir hasta mediados del siglo XVII, momento en el que en las Españas reinaba Felipe IV de Habsburgo. La Monarquía Hispánica de los Austrias se había autoerigido como la defensora de la fe y la Iglesia católica frente al avance del Imperio otomano, la amenaza de los protestantes, y al llevar la evangelización a sus extensos dominios en varios continentes, especialmente en América. Este monarca mostró siempre una gran devoción, desarrollada también mucho por la culpabilidad que solía asaltarle por sus muchos pecados, especialmente carnales. El monarca, uno de los más poderosos de su tiempo incluso a pesar de la gran crisis que afrontó su monarquía a partir de 1640 con multitud de rebeliones, buscó el tener una vinculación más estrecha con Roma. Así llegó el 7 de octubre de 1647, cuando por deseo de su majestad, el papa Inocencio X promulgó la Constitución apostólica Sacri Apostolatus. Con ella se erigió la Obra Pía de Santa María la Mayor de Roma, por la que los soberanos asignaron desde entonces una renta anual al cabildo de la basílica, recibiendo a cambio una serie de honores. Desde entonces, los reyes de España han sido protocanónigos honorarios del Cabildo Liberiano del templo, ocupando todavía hoy ese cargo Juan Carlos I al no haber renunciado todavía al mismo y cuya toma de posesión hizo en 1976 con un discurso que dio allí mismo.

Muestra de esta vinculación tan estrecha iniciada por Felipe IV, una enorme y espectacular escultura hecha en bronce de este monarca nos da la bienvenida en el lado derecho del pórtico de la entrada principal. Una obra de arte cuyo autor no es un cualquiera, pues fue ni más ni menos que el gran artística de la Roma barroca: Gian Lorenzo Bernini. Uno de los mayores genios del arte de la historia, y cuyos restos también yacen en una modesta tumba en el lado de la Epístola junto al altar mayor de la que muchos llaman «la iglesia de los españoles».

Tracking Pixel Contents