Los castillos que rodearon Zaragoza: estos son los más importantes y los que quedan en pie
La ciudad de Zaragoza llegó a estar rodeada de una serie de fortalezas en época medieval

Restos del castillo ermita de Santa Bárbara, Zaragoza. / Wikimedia
En el territorio que hoy en día comprende Aragón, se construyeron cientos de castillos, al menos más de quinientos, de diferente entidad. Desde grandes fortalezas como los de Loarre, Monzón, Montearagón, Calatayud o Peracense, hasta pequeñas fortificaciones que servían como atalayas para vigilar amplias regiones, especialmente durante la conquista cristiana del territorio andalusí. Esto fue fruto de la estrategia conquistadora de los monarcas aragoneses, especialmente en tiempos de reyes como Sancho Ramírez, Pedro I y Alfonso I el Batallador, quienes llegaron a establecer puestos fortificados en mitad del territorio enemigo, más allá incluso de sus propios dominios, y que sirvieron para amenazar e ir ahogando poco a poco las grandes poblaciones que se pretendía conquistar.
Zaragoza es uno de esos ejemplos, pues llegó a estar prácticamente rodeada de diferentes fortificaciones en sus proximidades y que fueron levantadas en distintas épocas y por motivos diferentes. Uno de los castillos más espectaculares construidos al sur de la capital aragonesa y con el que en los últimos años se han hecho importantes esfuerzos para recuperarlo y restaurarlo, es el de Cadrete. Una fortaleza erigida a mediados de la década del 930 con la que controlar el valle del río Huerva y sobre todo como parte del cinturón de fortificaciones creadas por orden del califa cordobés Abd al-Rahman III para someter a la siempre rebelde Zaragoza islámica.
La lejanía de esta ciudad con respecto al poder cordobés, y el hecho de que sus walíes o gobernantes necesitaran de una amplia autonomía para hacer frente a los ataques de los cristianos del norte, provocó que dichos gobernadores llegaran a declararse incluso en rebeldía, teniendo que ser sometidos una y otra vez. La última ocasión fue precisamente en esa década del 930, cuando el poderoso califa cordobés tuvo que liderar una serie de campañas militares para someter bajo su mando a la cuenca media del río Ebro. Para ello, ordenó construir un cinturón de fortificaciones, en el que destaca precisamente ese castillo de Cadrete que acabó dando después origen a esta localidad zaragozana.
Pero hubo otros, como el de una fortificación que probablemente tuviera su origen en circunstancias como estas en tiempos todavía de dominio islámico ,y cuyos cada vez más escasos restos son visibles a día de hoy desde el barrio de Valdespartera o pasando por la Z-40. Se le conoce como el castillo-ermita de Santa Bárbara. En su origen, probablemente islámico y, como decía, seguramente con una función similar a la del castillo de Cadrete, haría la función de atalaya desde el sur de la Zaragoza islámica. De hecho, desde sus restos se puede disfrutar de una de las mejores vistas de la capital aragonesa. Esta fortaleza fue mejorada ya en el siglo XIII en tiempos del reino de Aragón, pero con el tiempo dejaría de tener función militar y su estructura se aprovechó para reconvertirla en una ermita dedicada a Santa Bárbara. Por desgracia, el abandono al que sus restos estánsometidos hace que hoy quede poco más del 30% de lo que llegó a ser.
Parecidos son los casos de castillos situados río Ebro arriba, en este caso construidos por reyes como el ya mencionado Sancho Ramírez para amenazar y empezar a someter Zaragoza. El más famoso de ellos es el del Castellar, que fue levantado en pleno territorio islámico, cerca de Torres de Berrellén, para que sirviera como punta de lanza de la futura conquista de la capital del Ebro, que no se acometería hasta el año 1118 durante el reinado de Alfonso I el Batallador. Un castillo en el que llegó a ser encerrada toda una reina de León como lo fue Urraca. Casada con Alfonso I el Batallador, su corto matrimonio (1109-1114) provocó el estallido de una serie de guerras civiles ante la gran oposiciónque ejercieron las noblezas leonesay gallega a las formas de actuar del monarca aragonés. La misma Urraca llegó a desautorizar a su marido e incitar a sus súbditos a rebelarse contra él, lo que provocó que Alfonso la encerrara en este castillo totalmente rodeado de territorio controlado por los musulmanes. Sin embargo, en una historia que parece de película, Urraca fue liberada por uno de sus partidarios y, según algunos rumores, también amante.
Desgraciadamente, castillos como este, han quedado sumidos en el abandono al estar dentro del campo de maniobras militar de San Gregorio, impidiendo cualquier posibilidad de rehabilitación, condenándolos a no mucho tardar a su casi completa desaparición. Unos restos que todavía nos mandan ecos del pasado y que nos recuerdan una época ya lejana de constantes luchas y de que los alrededores de Zaragoza fueron una tierra plagada de castillos.
- El futuro de Rubén Sellés, la broma de Bakis y el engendro de Txema Indias en el Real Zaragoza
- La ginecóloga de Zaragoza que superó una tetraplejia: 'Me fui andando del hospital de parapléjicos de Toledo
- El Real Zaragoza pierde otra vida en Granada (3-1)
- La invasión de 'bloques cebra' llega a Zaragoza: 'No es estética, es pasotismo
- La crónica del Surne Bilbao Basket-Casademont Zaragoza: desastre total (106-75)
- El balneario más deseado de Aragón en otoño tiene una cueva termal y lagos naturales al aire libre
- El médico rural que 'revienta' la sala Oasis con un festival indie autogestionado
- Las 'hijas' del Casademont Zaragoza: 'El impacto es tremendo
