Txetxu Rojo ya avisó durante la pretemporada de que la plantilla del Real Zaragoza era muy amplia para su gusto, y ahora ha decidido realizar por su cuenta una especie de reducción encubierta de efectivos para ajustar el grupo a sus necesidades. Rojo comenzó la actual campaña con 25 futbolistas, que es el número máximo que permite el reglamento, contando a Juanjo García Granero, pese a tener ficha con el filial, y sin incluir al lesionado Goran Drulic, pero, tras la eliminación del equipo de la Copa del Rey y de la UEFA, ha tomado la determinación de seleccionar a 18 de ellos para afrontar habitualmente lo que resta de Liga. Los otros siete restantes no tienen cabida en sus planes y, salvo sorpresas, parece que sólo entrarán en las convocatorias por necesidades del guión, es decir lesiones o sanciones. En ese grupo de damnificados están Jordi Ferrón, Carlos Cuartero, Miguel Angel Corona, Juanjo García Granero, Slobodan Komljenovic, Paulo Roberto Jamelli y Santi Aragón. Los seis primeros ya fueron excluidos el pasado miércoles por Txetxu Rojo de los ejercicios que hizo para corregir los errores cometidos en la visita al Valladolid (2-0) y ayer se unió a ellos Aragón cuando se repitió un capítulo similar en el entrenamiento matinal celebrado en la Ciudad Deportiva. En esta sesión, toda la plantilla realizó la parte dedicada a la preparación física con Andrés Ubieto, encargado de esta parcela, pero después Rojo ordenó a esos siete futbolistas colocarse aparte para hacer un rondo con el balón, también bajo la supervisión de Ubieto, y luego retirarse a la ducha, mientras que él se quedaba con el resto de jugadores disparando a portería. Estos últimos, cuando ya no estaban sus compañeros en el campo, ensayaron incluso algunos movimientos tácticos encaminados a preparar el encuentro del próximo domingo contra el Athletic. El técnico vasco tuvo incluso tiempo para hablar de forma individual con José Ignacio, en el campo, y después con Paco, Aguado y Acuña, tres de los pesos pesados de la plantilla, en el pasillo de los vestuarios. Pero la jornada de trabajo no había finalizado para el grupo de damnificados. Por la tarde acudieron a La Romareda para disputar un partido de entrenamiento ante los juveniles de División de Honor. "Quizás haya sido la coartada para lo de esta mañana", deslizó irónicamente uno de los futbolistas que no entran en los planes de Rojo. En ese ensayo también participaron César Láinez, Galletti, Bilic y Chaínho, que son los que menos han jugado últimamente, además de César Jiménez, Generelo y Adrián, del Zaragoza B. El partido concluyó con la victoria de los mayores por 2-0, con goles de Galletti y Corona. La decisión de Txetxu Rojo, aunque el técnico ha asegurado que todo esto entra dentro de la normalidad, ha causado el lógico malestar entre los futbolistas que se han quedado fuera de la selección que ha hecho el preparador zaragocista. Aragón rechazó ayer la invitación para acudir a la sala de prensa a dar su punto de vista, pero sí que lo hicieron Jordi Ferrón y Paulo Roberto Jamelli, quien tuvo un enfrentamiento con Rojo en el descanso del partido de ida con el Servette y desde entonces ha sido relegado a la grada. "No me siento marginado, pero está claro que mi situación futbolística es desastrosa. No creo que sea una invitación para que me vaya en diciembre, pero si sale algo tanto el club como yo intentaríamos buscar una solución. Soy joven y necesito jugar", dijo Ferrón. Jamelli, que pretende dejar el club en diciembre por medio de una cesión o un traspaso, se ha tomado la situación con una gran filosofía. "Creía que iba a jugar menos que con Costa (con el que era titular), pero no que no contase para nada y que la cosa sería tan fuerte. Hace dos meses que no hablo con el técnico. En diciembre espero alcanzar un acuerdo para irme cedido o traspasado, porque sería lo mejor para todos", afirma el brasileño.