En la reanudación del encuentro del pasado 10 de noviembre, que tuvo que ser suspendido por la lesión del colegiado, no hubo goles y finalizó con el solitario gol que Vicente había marcado en esos 23 minutos que se pudieron jugar. El árbitro fue el mismo que tuvo que ser atendido por una ambulancia ese mismo día sobre el terreno de juego y, ya totalmente recuperado, realizó una buena labor.

En los minutos que se jugaron de la primera mitad, el Real Zaragoza contó con el viento a favor, pero no dominó el partido con claridad y cualquiera de los dos equipos pudo marcar. El Actur Pablo Iglesias se defendió con mucho orden en los 22 minutos que restaban por jugar de la primera parte y, aunque pasó por más de un apuro en su portería, también fue capaz de poner en algún aprieto a Puértolas, guardameta del Real Zaragoza.

Tras la reanudación, el conjunto local contó con el viento a su favor y controló el partido, incluso en algunas fases del mismo fue capaz de encerrar a los blanquillos en su campo, acosando sin cuartel su portería en busca de un tanto que volviera a nivelar la balanza. El Real Zaragoza por su parte, apenas dispuso de ocasiones para ampliar la ventaja que ya tenía, y tan sólo en un par de oportunidades se acercó al área de José Ignacio con verdadero peligro. El resto del tiempo, los visitantes parecieron conformarse con el tanto que Vicente logró hace ya casi un mes. Los locales no se rindieron nunca y buscaron en todo momento el gol que neutralizara su desventaja y si no lo lograron no fue, desde luego, por no contar con ocasiones para ello, porque las tuvieron y bastantes, sino por su mala puntería a la hora del remate.