El Racing de Santander, con ambición y buen juego, se llevó merecidamente el triunfo del Vicente Calderón, donde el Atlético de Madrid se mostró confundido, no supo cómo atacar a su rival y despidió el año acompañado de los silbidos de una afición que comienza a desconfiar. Tras remontar un 1-0 en contra, el segundo gol visitante terminó por demostrar la impotencia atlética.