El Real Oviedo, que logró empatar gracias a un gol logrado por Pablo Díaz al recoger el rechace de un penalti desviado por Raúl a lanzamiento de Geni, despide el año 2002 como colista de Segunda División y sin poder reencontrarse con la victoria en su estadio, donde no gana desde el pasado mes de marzo.

Al contrario de lo que le venía ocurriendo al conjunto asturiano en los últimos encuentros, en esta ocasión fueron los rivales quienes se colocaron por delante en el marcador en una primera mitad en la que ambos equipos se comportaron con la presión que impone su mala posición en la tabla clasificatoria.

LA CLAVE El tanto visitante se inició con el robo de un balón que Villa rentabilizó en una magnífica jugada individual que culminó con un tiro cruzado. El Leganés, con ventaja en el marcador, sufrió, sin embargo un revés al borde del descanso cuando el colegiado expulsó a Pulido por una entrada sobre Pablo Díaz.

La segunda parte se inició con un Oviedo dominador, que encerró en el área por momentos a los madrileños, a los que sometió a una situación de acoso a la que puso fin con la acción que derivó en un penalti.

Geni lanzó la pena máxima a la derecha del meta Raúl, que desvió el esférico, pero Pablo Díaz, atento, recogió el esférico para anotar el tanto del empate. Los locales mantuvieron cierta presión, pero el Leganés acertó a defender el resultado, incluyendo la sucesión de cambios para favorecer la pérdida de tiempo.