Carlos Sánchez es la mejor promesa del balonmano aragonés y uno de los grandes símbolos de la cantera de Maristas. El portero juvenil quiere romper la leyenda que dice que Aragón no es un buena tierra para que salgan grandes figuras en el balonmano. Por ahora va camino de ser uno de los grandes porteros españoles de su edad y quiere emular a Pablo Hernández, el guardameta que se formó en Corazonistas y que ahora milita en el Valladolid de la Asobal.

Sánchez tiene 18 años y ya ha formado parte de la selección española juvenil. Vive con intensidad todo lo que significa el espíritu de lucha, garra y orgullo de Maristas. Entrena a un equipo escolar y es el portero titular del cuadro juvenil y de Primera. "Soy el portero titular del Primera. El técnico confía en mí y esto me viene bien para coger experiencia en una liga que tiene muchos partidos difíciles", apunta Sánchez.

El C-system Maristas está en el penúltimo lugar de la tabla. "Somos un equipo nuevo y eso se nota", dice el portero juvenil, que piensa que las grandes carencias del C-system Maristas son "un tirador de larga distancia, un hombre que tire piedras. Pero en los últimos partidos lo peor ha sido la defensa. Si metemos 30 goles, pero me meten 35, no hay nada que hacer".

FALTA DE APOYOS Sánchez piensa que se puede progresar en Aragón para ser jugador de élite, aunque considera que "se le apoya poco al balonmano de base. Aquí tenemos poco futuro para sacar a jugadores por la escasa ayuda de las instituciones", indica el prometedor portero zaragozano.

Sánchez solo ha prácticado un deporte en su vida. "Me inicié a los seis años en el balonmano". Desde el principio fue portero y mostró sus grandes cualidades. "Un portero no se cansa igual que un jugador de campo. Se me dan bastante bien los lanzamientos de nueve metros".

Carlos Sánchez estudia primer curso de Ingeniería de Comunicaciones. "El balonmano me quita tiempo, pero si te lo propones, puedes hacer las dos cosas". Sánchez entrena de tres a cuatro días a la semana y los fines de semana juega uno o dos partidos.

En el 2001 fue llamado por el seleccionador juvenil para disputar un torneo en Noruega y una semana más tarde jugó las Olimpiadas de la Juventud. "Se celebró en Murcia y ganamos el campeonato". El año siguiente terminó segundo con la selección en la Copa Latina. "Este año se disputa la Copa Latina en Semana Santa y el Europeo juvenil. No se si contará conmigo el seleccionador", afirma Sánchez.

Sánchez está íntimamente ligado a su entrenador Chechu Gargallo con el que lleva nueve años. "De 24 horas, 20 piensa en el balonmano", dice el portero. El técnico de C-system Maristas siempre ha admirado de su portero una cualidad: la humildad. "No me lo creo. Trabajo para hacer las cosas bien, pero no voy pisando a la gente". A Sánchez le gustaría ser de mayor como Barrufet, "es el mejor portero del mundo", aunque siempre ha admirado a Jauma Fort.

Sánchez está muy a gusto en el club que le formó. Prueba de ello es que "dudo mucho que me fuera al Rótulos Plasneón si recibiera una oferta. En Maristas no estoy nada mal y es una categoría importante", concluye Sánchez.