Importante victoria la lograda en la tarde de ayer por el Real Zaragoza ante el Alavés, en un partido en el que los visitantes fallaron varias ocasiones.

El cuadro local basó su victoria en su mayor acierto de cara a la meta contraria, aunque no mereció el triunfo ya que el cuadro visitante tuvo más y mejores ocasiones. Los locales no lograron realizar el fútbol de calidad y toque que acostumbran, mostrándose demasiado vulnerables en defensa, lo que hizo posible que el Alavés tuviera cuatro claras ocasiones para marcar. Menos mal que un inconmensurable Zaparaín abortó cada oportunidad visitante.

Precisamente, tras una gran ocasión del Alavés que salvó Longas sobre la misma raya, llegó el primer tanto zaragocista al recoger Eneko el despeje anterior y conseguir batir a Axel en el minuto 31 de juego. El tanto no hacía justicia a lo acontecido sobre el césped, pero en esta ocasión la suerte sonrió al Zaragoza.

En la reanudación, el juego fue bastante soso y sin profundidad, por lo que las ocasiones de gol apenas existieron. El Alavés intentaba dominar y llegar a los dominios de Zaparaín, pero la defensa se mostró mucho más segura en este periodo y no concedió ninguna ocasión. Cuando sólo quedaban tres minutos para la conclusión, Bugui culminó con un gran cabezazo una buena jugada entre Eneko y Zapater.

En resumen, el Alavés mereció más pero perdonó sus ocasiones. Por su parte, el Zaragoza no mejoró el juego de anteriores jornadas pero estuvo más acertado y contó con la fortuna a su favor.