En efecto, fue increíble. El eslogan de la 10 edición de los Mundiales de natación y disciplinas asociadas se cumplió a rajatabla. "Será increíble" anunciaban los carteles hace tres semanas. El acontecimiento que se clausuró ayer en el Palau Sant Jordi con tres nuevos records del mundo --que elevó el total a 14-- no sólo cumplió las expectativas, sino que las superó. "La Federación Internacional de Natación tiene muchas razones para estar satisfecha", espetó el presidente de la FINA, el argelino Mustapha Larfaui. "La realidad ha desbordado los objetivos previstos", confirmó Rafael Blanco, su homólogo en el ámbito español.

Los records no han estado sólo en la piscina, sino también en la grada. Ninguna edición anterior había llegado a tanta gente, ni en directo ni por televisión. Además de los 645 millones de personas de audiencia televisiva acumulada, las gradas han estado casi siempre llenas en las finales. Ayer, 12.250 personas despidieron el campeonato en el Sant Jordi, elevando a más de 205.000 el número de espectadores en los 15 días de torneo, lo que representa casi un 75% de las entradas puestas a la venta. En Fukuoka (Japón), hace dos años, hubo 105.000 espectadores, y el récord de asistencia lo tenía Roma desde 1994, con 110.000. Turismo de Barcelona hizo ayer público un informe en el que se calcula el impacto económico de los Mundiales en 21,8 millones de euros (3.600 millones de pesetas).

Las medallas

El balance deportivo tampoco ha sido malo, con cinco medallas, un oro (Jivanevskaia), dos platas (Meca y sincronizada) y tres bronces (Meca y dos en sincronizada). Uno de los pilares del éxito se ha cumplido, aunque fue mejor en la primera semana (con sincronizada, aguas abierta y el inicio del waterpolo) que en la segunda, con sólo una medalla más, la de Nina Jivanevskaia, y la eliminación de la selección de waterpolo, bicampeona del mundo hasta llegar a esta cita.

Además de las medallas, tres cuartos puestos --Jivanevskaia en 100 espalda, Saéz de Ibarra-Santos en saltos sincronizados y el equipo de sincronizada-- y dos quintos puestos --el 4x200 libre femenino y el waterpolo-- podían haber mejorado un balance que cojea, sin embargo, en el sector masculino.