Después de que las dos primeras citas de la veda menor se vieran marcadas por la lluvia, finalmente, a la tercera, fue la vencida y los cazadores pudieron disfrutar el pasado domingo de una jornada muy prolífica en cuanto al número de ejemplares que resultaron abatidos.

Este retraso de la veda permitió, según el presidente de la Federación Aragonesa de Caza, José María Arranz, que el pasado domingo, se tuviera una interesante jornada de caza, ya que "las presas se acostumbraron a la presencia de los cazadores y, por otra parte, gracias a la falta de acoso de los primeros días los animales aprendieron a defenderse", dijo Arranz. De todos modos, los cazadores obtuvieron un buen número de presas, y de hecho fueron muchos los aficionados que abatieron a varios ejemplares.

La perdiz se convirtió en la auténtica protagonista de la veda de caza menor. En lo que va de temporada ha estado muy presente en los montes de Aragón y todo parece indicar que la presente campaña será mejor que las anteriores. "Las lluvias caídas antes de la sequía veraniega han permitido que criara muy bien en zonas como Mediana, Valmadrid, Muniesa, el Moncayo o en la parte de Paniza a Cariñena", según explicó José María Arranz. La liebre también se ha dejado ver en zonas de frutales y viñedos, ya que allí han podido protegerse de los predadores, pero apenas se han visto en zonas limpias.

EXTINCION DEL CONEJO Por contra, montes conejeros como los de Moneva han visto casi desaparecer esta especie por enfermedades como la neumonía vírica y la mitomatosis. A mediados de octubre, el Ministerio de Medio Ambiente firmó un convenio para poner en marcha cuanto antes la vacuna para estas enfermedades. Según advirtió Arranz, "si fuera posible desarrollarla el próximo año se recuperaría el conejo, y con él las grandes rapaces especialistas, así como el lince, que también se ha visto afectado".

La extinción del conejo es nefasta para el equilibrio del hábitat. Aunque estas enfermedades no afectan directamente a especies como la perdiz, también les perjudica de forma indirecta, ya que ha provocado que muchos predadores como la picaraza estén cambiando su dieta.

En cuanto al jabalí, se ha cazado mucho desde que se abrió la veda el pasado 5 de octubre y durante las últimas salidas se considera algo normal derribar hasta media docena de ejemplares en muchas de las batidas que se llevan a cabo en tierras aragonesas. El pasado fin de semana se llegaron a cazar 21 ejemplares en un coto privado del Pirineo.