Richards Burns, campeón del mundo de rallys en el 2001 con Subaru y que hace apenas 15 días perdió la oportunidad de aspirar a su segundo cetro al sufrir un desmayo cuando viajaba en coche hasta Cardiff, en compañía de su padre, para iniciar los entrenamientos del decisivo RAC de Inglaterra, anunció ayer que se retira "momentáneamente" de la competición después de que los médicos le hayan descubierto un astrocitoma, "un tumor cerebral habitualmente benigno", según los doctores, que requiere tratamiento quirúrgico, así como radioterapia y quimioterapia. "Los médicos me han dicho que el próximo año no podré conducir, pero me han asegurado que podré regresar a la competición en el 2005. ¡Ojalá se cumplan sus pronósticos!", afirmó ayer el propio Burns en un comunicado de prensa.

Burns conducía su coche particular camino de Cardiff, capital de Gales, cuando, de pronto, sufrió un repentino desmayo. Su padre, que ocupaba el asiento del copiloto, tuvo suficiente tiempo para reaccionar y coger el volante con ambas manos, salvándose los dos de sufrir un peligroso accidente. Acto seguido, Richard Burns, que este año ha logrado siete podios a los mandos de su Peugeot 206 WRC --cinco segundos puestos (Turquía, Nueva Zelanda, Alemania, Finlandia y Australia) y dos terceros (Suecia y Argentina)--, fue sometido a imnumerables pruebas médicas que, al final, detectaron el tumor cerebral.

LA OPINION DE MOYA El futuro tendrá hora que esperar para el británico. Burns, de 32 años, firmó el pasado mes un contrato de dos años por Subaru, cuyo director deportivo no es otro que el gallego Luis Moya. "Para nosotros ha sido un golpe durísimo, pues tras el éxito conseguido por Petter Solberg al ganar el título mundial en el RAC estábamos convencidos de que poseíamos la mejor pareja del campeonato para la próxima temporada", señaló ayer el excopiloto de Carlos Sainz.

Moya, al igual que su jefe David Lapworth, máximo responsable del equipo Subaru-Prodrive, cree que lo único que necesita Richard es "tiempo, cariño, paciencia y recuperarse del todo para volver a correr con nosotros". "Nosotros lo esperaremos el tiempo que haga falta", dijo un esperanzado Moya.

Todo parece indicar que el equipo Prodrive, propiedad del británico David Richards, padre deportivo del escocés Colin McRae, sin volante para el 2004 tras ser descartado por Citroën --que lo descartó tras renovar a al español Carlos Sainz--, podría hacerse ahora con los servicios del expiloto de Peugeot.