El empate o una derrota por la mínima en la última jornada en el campo del PSV Eindhoven el 10 de diciembre permitirá al Deportivo de La Coruña clasificarse para los octavos de final. Al conjunto gallego, que venció con comodidad al AEK Atenas (3-0), le faltó que el Mónaco le echara una mano y revalorizara su triunfo ganando a los holandeses en el otro partido del grupo, porque entonces el equipo de Javier Irureta ya habría sellado ayer su clasificación de manera matemática.

El conjunto coruñés salió dispuesto a sentenciar el partido cuanto antes e imprimió un ritmo alto en los primeros instantes. Así, ya en el minuto cinco, Víctor cabeceó al lateral de la red un centro medido desde la izquierda del capitán blanquiazul, Fran. Un disparo al larguero del exsevillista Tsartas (m. 13) fue el único susto que se llevó el Deportivo antes de encarrilar el encuentro con un excelente disparo del lateral Héctor (m. 22), que ya había avisado poco antes. Los blanquiazules dominaron el centro del campo durante la primera mitad, pero no anduvieron demasiado inspirados para definir en el área rival.

En la reanudación, los blanquiazules siguieron en la búsqueda de ese gol que diera la tranquilidad. Y las cosas no pudieron empezar mejor para los deportivistas. En el minuto 51, Juan Carlos Valerón recibió un pase de Víctor, tras una buena jugada individual del madrileño, y con un tiro cruzado raso subió el segundo tanto al marcador del estadio de Riazor.

FINAL TRANQUILO Entonces Javier Irureta decidió dar descanso a alguno de sus titulares. Fue el caso del grancanario Valerón, para dar entrada a Albert Luque. Y el catalán aprovechó los minutos de los que dispuso anotando el tercero para el Deportivo. Pandiani ganó la espalda a la defensa del AEK y, ante la salida de Mihailidis, cedió el balón a Luque para que marcara a placer.