No es que sea fácil ganar en Mestalla, porque obviamente no lo es, por la calidad del rival y por el ferviente apoyo de su afición, pero en los últimos tiempos el conjunto valencianista, concebido tácticamente para jugar mucho más cómodo a la contra que ante un rival que se encierra en su área, está mostrando una incapacidad manifiesta para dar la vuelta a un marcador adverso en Liga, tanto en sus partidos en casa como en los que disputa a domicilio. De este modo, si el Zaragoza consiguiera marcar primero y adelantarse en el electrónico sería casi un pasaporte a sacar un resultado positivo de un feudo che que, además, no conoce la victoria de los suyos en los tres últimos partidos.

Desde hace más de año y medio, el 27 de abril del 2002, en la jornada 36 y poco antes de lograr el título, el equipo de Benítez no consigue remontar un marcador inicial adverso para llevarse los tres puntos. Entonces, en Mestalla se adelantó el Espanyol, dirigido aquel día por Paco Flores por cierto, con un gol de Tamudo. Dos tantos de Rubén Baraja dieron la vuelta a la tortilla y pusieron en bandeja la Liga al conjunto valenciano, que confirmaría ese título sólo una semana después en Málaga.

Ha pasado tiempo, una temporada completa y las doce jornadas del presente curso, y desde entonces el Valencia ha comenzado perdiendo en Liga 19 veces, 16 en la pasada y tres en la actual, y nunca sumó la victoria, sólo seis empates. El resto fueron derrotas. Esta campaña Valladolid, Racing y Deportivo marcaron antes que los valencianos y sólo ante los pucelanos el marcador final fue de igualada (1-1), ya que gallegos (2-1) y cántabros (1-2), éstos en el último precedente liguero en Mestalla, acabaron logrando los tres puntos. El pasado domingo, en Murcia, abrió el marcador el conjunto che, que vio cómo su renta quedaba anulada por los dos goles locales y sólo pudo firmar al final un empate.

MENOR FIRMEZA DEFENSIVA Claro que es lícito pensar que lo difícil es hacerle goles al equipo que menos ha recibido en el campeonato --sólo nueve dianas, las mismas que Deportivo de La Coruña y Osasuna--. Pero lo cierto es que el Valencia comenzó la temporada haciendo acopio de una fortaleza defensiva a prueba de bombas y ahora anda con tremendas dudas atrás que constituyen la principal desazón de Benítez, consciente de que la seguridad en la cobertura es el mayor baluarte de su equipo. Y es que Cañizares sólo encajó un gol en los primeros siete partidos de Liga, el que le marcó el Valladolid en la primera jornada, llegando a acumular 600 minutos de imbatibilidad. Sin embargo, la historia reciente ha cambiado y en cuatro de las últimas cinco jornadas, si se exceptúa la goleada en Mallorca (0-5), ha recibido ocho más.

SER AMBICIOSOS Otro dato: el Valencia no conoce la victoria en los últimos tres partidos en Mestalla. Empató con el Celta (2-2), lo mismo que con el Maccabbi Haifa en Copa de la UEFA (0-0) y perdió con el Racing (1-2). Todo esto y la buena línea que ha mostrado el Zaragoza, que no ha perdido en los últimos cuatro partidos y es el mejor equipo en lo que va de noviembre con siete puntos sobre nueve posibles, invitan a ser ambiciosos en Mestalla, aun sabiendo que la dificultad es manifiesta, porque enfrente estará un gallito de esta Liga que aspira a repetir el título logrado hace dos temporadas.