Zaragoza. -- El Real Zaragoza logró una victoria de oro de manera agónica al marcar el tanto de la victoria en el minuto 92 de partido, triunfo que supone una bocanada de oxígeno en su lucha por mantener la categoría, mientras que la derrota aleja al Osasuna un poco más de su objetivo de la UEFA.En un partido marcado por el nerviosismo y la intranquilidad locales por lo mucho que había en juego, el central brasileño Alvaro rescató a su equipo del empate y marcó un gol crucial cuando parecía que el conjunto navarro iba a arrancar un punto de La Romareda.La victoria le supone a los zaragocistas romper una racha de cinco jornadas sin conocer la victoria y recuperar la fe y la esperanza en la salvación.El conjunto visitante supo aprovecharse en el primer periodo de la excelente presión que realizó para que al Real Zaragoza se le nublaran la ideas.El equipo de Javier Aguirre recuperaba el balón con rapidez gracias a la presión que realizaba y marcaba el ritmo que más le convenía, del tal manera que dio la sensación de que era el equipo maño el visitante porque sin balón sufría y lo único que era capaz de hacer era salir al contragolpe en contadas ocasiones.Los nervios parecían atenazar a los hombres de Víctor Muñoz que ni eran capaces de presionar ni de crear juego y el Real Zaragoza, sin el balón, sufre mucho dando siempre una sensación de estar desorientado y huérfano de ideas.La primera media hora fue de dominio absoluto de los navarros en un periodo con varias oportunidades claras que desperdiciaron, unas veces por falta de puntería y otras por el acierto del guardameta maño César Laínez, mientras que el Zaragoza se sacudió el dominio foráneo a partir de la media hora, aunque nunca llegó con la claridad de su oponente.La mejor oportunidad del Osasuna la tuvo el "Chengue" Morales cerca del descanso cuando envió por encima del larguero un centro de Moha al corazón del área pequeña.En el inicio de la segunda mitad todo transcurría de manera similar con un Osasuna dominador, pero un arranque de genio de los locales hizo cambiar la decoración del encuentro.Los maños se fueron más arriba, presionaron más y el peligro rondó el área de Juan Elía aunque les faltó puntería y tranquilidad, hasta que una pillería de Cani, que sacó con rapidez un falta mientras los defensas contrarios protestaban al colegiado, fue clave para que el despeje llegara a los pies de Alvaro cuyo disparo acabó en las mallas de la meta del Osasuna cuando solo restaba un minuto para que finalizara el tiempo prolongado por el árbitro.