El CAI Aragón dio ayer un golpe de autoridad sobre la mesa de la División de Honor B. En casa ajena, en la pista del Barakaldo, el equipo de Fernando Bolea presentó sus credenciales como aspirante al sueño de la Asobal. El conjunto aragonés se apoderó de la primera victoria de la temporada en un partido serio, de oficio y alto grado defensivo y consiguió el triunfo en la pista de un descendido que aspira, como los zaragozanos, a recorrer lo antes posible el camino de retorno a la máxima categoría del balonmano español.

Tras el decepcionante empate de la primera jornada en el Príncipe Felipe ante el Grupo OPM (26-26), el CAI Aragón se sacó esta amarga espina y elevó su moral ante un arranque de competición de alta exigencia. Si ofrece la misma sensación de grandeza, de solidez defensiva y rentabilidad ofensiva, el cuadro aragonés esta designado para pelear, como se anticipaba tras sus poderosos refuerzos, por las plazas de ascenso.

DOMINIO TOTAL El Barakaldo, un equipo rocoso que cuenta con veteranos como Veselinovic, exGarbel, siempre fue detrás del CAI Aragón. El acierto defensivo (el sistema 6-0 fue perfecto) y la consistencia del ataque estático --sólo se jugaron dos contragolpes-- dio la ventaja inicial al equipo aragonés, que no soltaría el dominio en el resultado en ningún momento.