Los pequeños grandes campeones de España ya están en casa. El triunfo del cadete zaragocista pasará a la historia del club aragonés gracias a un equipo ofensivo, al que le gusta tener y tocar el balón, mantener el equilibrio en defensa y que está plagado de talento y chavales con extraordinarias cualidades para jugar al fútbol. El entrenador, Angel Espinosa, desmenuza, uno a uno, los 20 nombres del grupo, sin olvidar el trabajo que hay detrás del éxito.

LA PORTERÍALa meta del Real Zaragoza cadete tiene tres cerrojos de gran envergadura que ya han cumplido los 16 años. Unai y Pablo, más habituales bajo los palos en los partidos oficiales, miden 1´83, mientras que Loscos les supera en dos centímetros y, paradójicamente, es el más ligero --sólo pesa 67 kilos--. Espinosa destaca como mayor virtud de Unai su acierto y poderío en las salidas aéreas en busca del balón lanzado por los rivales: "Tiene mucha personalidad y mucho carácter, y es capaz de contagiar y transmitir a sus compañeros". A Pablo, el técnico aragonés le daría un consejo de experto y lleno de cariño. "Tiene que creerse que es mejor portero de lo que él piensa", opina el preparador zaragocista. A Loscos lo define como "un diamante todavía por progresar", ya que aún se encuentra sin formar definitivamente como futbolista pero le augura un excelente futuro como portero. "Puede llegar a ser muy bueno", considera Angel Espinosa con sinceridad.

LA DEFENSAEspinosa no duda ni un segundo a la hora de describir a sus chicos de la defensa. Javier Borque, lateral derecho, es "agresividad pura", mientras que Carlos Visiedo siempre se muestra como un "trabajador incansable" para el técnico aragonés. Los laterales izquierdos, Adrián Casas y Samuel Sampedro, gozan de dos cualidades muy importantes: "Del primero sobresale su atrevimiento, tiene mucho descaro, y eso es buenísimo", dice Espinosa. "El segundo --continúa-- posee una educación deportiva exquisita y es muy humilde en el trabajo". Jael Gilart, que puede actuar tanto en la posición de lateral derecho como en la de central, es "un defensa inmenso, un verdadero portento", califica Espinosa. "Sólo hay que darse cuenta de que en todo el torneo no se le ha marchado ningún rival", subraya el entrenador. Por último, el central Pedro Lozano destaca por su "enorme elegancia y personalidad".

EL CENTRO DEL CAMPOLa zona del centro del campo aglutina la importancia del equipo por su relevancia a la hora de iniciar las jugadas de ataque y crear oportunidades para marcar, un aspecto ofensivo que significa la seña de identidad del bloque aragonés. De la banda derecha se adueña Miguel Lario. "Es potencia pura y verticalidad, genera muchas ocasiones de gol", describe Espinosa. Ignacio Camacho es el único jugador del grupo nacido en 1990 --los demás tienen un año más--. "Es el benjamín del equipo pero un auténtico gladiador, muy trabajador y luchador", afirma el preparador. Barba, el capitán, "es un genio que hace maravillas, un líder nato, un crack", resume, mientras que a Julio José Aznar "le falta seguridad y es algo tímido, pero mejor futbolista de lo que él cree". Héctor Navarro es quien dota de carácter y fuerza al equipo, y Alfonso Herrero disfruta de una enorme calidad individual. "Es un malabarista que atesora una gran habilidad con el balón en los pies", señala Espinosa. Finalmente, Ander Herrera es "un cuerpo de niño con un talento de número uno" en palabras del entrenador, quien se atreve a adivinar su destino: "cuando se desarrolle, y si trabaja con humildad, puede ser un jugador genial para el Real Zaragoza".

LA DELANTERA "Ha sido el mejor delantero del Campeonato de España". Espinosa se refiere a Alejandro Sánchez, un puntal en su ataque. "No ha marcado ningún gol, pero ha generado una infinidad de oportunidades. Posee unas condiciones magníficas y muchas ganas de progresar", apunta el entrenador. Luis Sánchez, que también demuestra dotes como interior izquierdo, "tiene una calidad excelente y un futuro envidiable, pero tendrá que trabajar mucho todavía". Alberto Laborda se distingue por su fortaleza física aunque, según el técnico, "debe aprender a aprovechar sus características". Y, por fin, el madrileño Alex Alonso --el único junto al bilbaíno Ander Herrera que no ha nacido en Zaragoza, aunque llevan toda la vida en tierras aragonesas-- es "un trabajador incansable y una magnífica persona", concluye Espinosa.