Luis Aragonés no dimite y la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) no le da el cese. Ninguno tira de los dos lados de la cuerda. Al menos de momento, porque si el seleccionador es consecuente con lo que dice, algo poco probable, puede decir adiós hoy mismo. Ayer, recalcó las palabras que expresó en Belfast. "No tengo por qué dimitir. Esto es una liguilla de clasificación y aún quedan diez partidos más por jugar", dijo Aragónes en RNE.

Al técnico madrileño solo le queda el respaldo interesado de la organización federativa, ya que ha dejado de tener el de la prensa y el de los aficionados. Y tras el ridículo ante Irlanda del Norte, derrota por 3-2, insistió en que se marchará si la opinión pública no le quiere.

Salvo que ayer se aislase en su domicilio y se blindara para no recibir información exterior, Aragonés debe tener clarísimo lo que se cuece en la calle. Pero ni él ni la federación quieren darse por enterados. La clave puede estar en que el seleccionador no quiere quedarse sin cobrar --todavía no ha firmado el contrato-- y en que la RFEF no tiene ninguna liquidez. El caso es que Ángel María Villar, presidente de la federación, no tiene ninguna intención de promover su despido.

"No pasa nada. Esto no tiene nada que ver con lo de Clemente hace ocho años. Entonces se venía de hacer un Mundial muy malo y en Alemania se hizo un buen papel. Ganando en Suecia se arregla todo", declaró el dirigente en el aeropuerto de Belfast, minutos antes de regresar a Madrid. Un viaje en el que quedó clara la brecha que se ha abierto entre el técnico y determinados jugadores. La incomunicación era un hecho y evidentes las miradas inquisitivas de Luis hacia quienes aún tenían ganas de bromear.

DUDAS EN TORNO A RAÚL Si continúa en el cargo hasta el partido del 7 de octubre, habrá importantes novedades en la convocatoria y en el sistema de juego. Es lo que esperan Villar y su junta directiva, que hoy se reúnen y probablemente decidirán esperar hasta ese partido para ver si Aragonés tiene capacidad de reacción y supera el bajón anímico en que se le ve sumido.

Raúl puede ser el principal damnificado, junto con Salgado, Marchena, Albelda y Juanito. El central del Betis fue el más claro al analizar los problemas. "El equipo ha caído en la desidia. Ya se pudo ver ante Islandia y se confirmó en Belfast. Hace falta un cambio. No sé si de entrenador o de jugadores, pero así no se puede seguir", declaró en Sevilla el jugador verdiblanco.

Vicente del Bosque, el técnico mejor colocado para tomar el relevo, no considera justo cargar las tintas contra su colega. "Simplificar la derrota de España en Luis Aragonés no es correcto", afirmó.