No más de dos derrotas en 29 partidos han colocado a Luis Aragonés en una situación tan desesperada como la que vive en estos momentos en su cargo. La primera fue ante Francia en los octavos de final del Mundial de Alemania. La segunda, el pasado día 6 ante Irlanda del Norte, compromete seriamente la clasificación de España para la próxima Eurocopa. Después de dos años de trabajo --debutó en un amistoso contra Venezuela el 18 de agosto del 2004--, la selección española no ha encontrado un estilo definido, falló en la cita mundialista y el seleccionador piensa en cambios radicales para el próximo partido decisivo contra Suecia.