El Madrid revive sus peores momentos nada más empezar la temporada. El blindaje que preparaba Fabio Capello saltó hecho pedazos en Lyón y en el club blanco se ha disparado el pánico a que el equipo haya quedado contaminado irremediablemente para la Liga, la gran prioridad. El técnico italiano vocea a los jugadores y vuelve a pedir tiempo, pero ya le pesa la exigencia de una reacción inmediata para evitar que el equipo se pudra otra vez en medio de una atmósfera irrespirable.

Las justificaciones no han tardado en salir al aire ante el temor de que el Bernabéu se convierta pasado mañana en un juicio público para el entrenador y los jugadores. "Los aficionados y la prensa tienen poca paciencia. No podemos arreglar todo en mes y medio", dijo ayer Pedja Mijatovic, director deportivo del Madrid, después de admitir que el primer tiempo contra el campeón francés "fue una pesadilla".

CONCLUSIONES El ejecutivo blanco lamentó la pésima actuación madridista. "Nos hicieron 13 ocasiones y eso no puede ser. Me ha sorprendido haberlo hecho tan mal. Esperemos que no se vuelva a repetir", declaró Mijatovic, que no salvó de la quema al entrenador: "Quizás faltó un centrocampista que pudiese dirigir. Sacaremos conclusiones". Seguro que Capello ya las ha sacado y bien pudiera ser que contra la Real diera el paso de hacer los cambios que desde todos lados empiezan a reclamarle. Incluso Mijatovic le recordó que tiene más futbolistas en la plantilla. "Vamos a utilizar a todos los jugadores", manifestó.

Puede ser el momento de sentar a Raúl y meter a Guti. Y Reyes podría ocupar el puesto de Beckham, que además tiene problemas físicos. Más complicado parece prescindir de Emerson, una de la grandes decepciones. Mijatovic le intentó justificar: "Siempre le ha costado coger el ritmo". Capello no está dispuesto a renunciar al modelo con dos medios centro por delante de la defensa. En poco tiempo tendrá también disponible a Ronaldo, que ya se entrena con sus compañeros.

Al técnico italiano todavía no se le había pasado el sofocón ayer por la mañana. Nada más acabar el partido se encerró en el vestuario con los jugadores y les endilgó una bronca de campeonato por la pasividad y falta de concentración exhibidas. La regañina continuó ayer en la ciudad deportiva de Valdebebas antes del inicio del entrenamiento. Reunió a la plantilla sobre el mismo césped y les reiteró que bajo ningún concepto puede volver a darse la penosa imagen ofrecida ante el Olympique.

Ramón Calderón espera que los plazos se acorten al máximo mientras encaja el revés con deportividad. Antes de comer en Barcelona con Joan Laporta, habló con resignación. "Debemos acostumbrarnos a esto. Es un equipo nuevo, con cinco jugadores y un técnico nuevo. Hay que acoplarse, faltan partidos y ellos lo resolverán, que son los que saben. El entrenador tiene suficiente experiencia para saber qué hacer", declaró Calderón.

Él, además, tiene otras preocupaciones. Hoy mismo, Arturo Baldasano retira la demanda que interpuso para la suspensión cautelar del voto por correo. El juez puede dictaminar que se contabilicen de forma inmediata salvo que prospere en la vía penal el recurso de Calderón.