La apuesta ofensiva de Víctor Fernández no ha impedido que el Zaragoza haya echado el candado por el momento a la portería. Así, los dos últimos encuentros, ante el Mallorca (2-0) y el Espanyol (3-0), los ha saldado sin encajar un gol --acumula 195 minutos imbatido desde que Arizmendi en el 75 hiciera el tercer tanto del Deportivo en el inicio del campeonato (3-2)--, lo que habla muy bien del trabajo defensivo que está haciendo el conjunto aragonés. "Llevar dos partidos sin recibir goles revela equilibrio y sobre todo da confianza", resume el meta César Sánchez.

El portero encajó tres goles en el debut liguero. Dos de ellos (Juan y Arizmendi), en claros despistes defensivos y otro, en un más que dudoso penalti que Pérez Burrull señaló a Gaby Milito y que transformó Sergio. Desde ese día en Riazor, la portería zaragocista está sellada. "Es un dato importante, no sólo para los defensas sino para todo el bloque. Hace pensar que se está trabajando bien y da seguridad. Además, tiene mucho más mérito al ser un equipo tan ofensivo. De mediocampo para adelante hay cinco hombres en ataque y eso obliga a un gran esfuerzo a todos", señala Juanfran.

El mérito aumenta si se tiene en cuenta que en la zaga titular en esta Liga --Diogo, Gaby, Sergio y Juanfran, aunque Cuartero jugó ante el Espanyol-- hay tres futbolistas nuevos, además del fichaje de Piqué, que aún no ha debutado, y el paso al primer equipo de Chus Herrero. "Durante la pretemporada ninguno de los defensas hemos tenido lesiones que nos hayan impedido trabajar. Juanfran y yo nos conocíamos del Celta y con Gaby, que es un gran jugador, siempre es fácil entenderse. Y Diogo, que fue el último en llegar, también se está acoplando bien", explica Sergio, que ha tenido el mejor aterrizaje posible en el centro de la zaga.

Para encontrar dos partidos oficiales seguidos sin encajar goles hay que viajar a marzo del 2005, cuando el Zaragoza acumuló tres encuentros --jornadas 27, 28 y 29--, ante Racing (1-0) y Atlético (0-0) en La Romareda, y Sevilla en el Pizjuán (0-1). También entonces logró dejar a cero la portería en dos choques consecutivos en casa, algo que ha repetido ahora. "Que no te hagan goles quiere decir que el equipo está muy equilibrado, que hay orden en todas las líneas. Es un síntoma buenísimo, porque la solvencia atrás es la base para hacer grandes cosas", dice Diogo.

En el curso pasado sólo dos equipos se fueron de La Romareda sin marcar --Alavés y Celta--. Ese registro ya está igualado en esta campaña, donde la mejoría atrás es latente. Ya se empezó a vislumbrar en pretemporada. Desde el comienzo de los amistosos más serios, en Holanda, el equipo dejó muy buenas vibraciones. De la gira holandesa regresó con sólo dos goles en contra en tres encuentros --Heracles (0-3), RKC (1-1) y Roda (1-1)--, Nástic (0-1) y Roma (0-0) no perforaron la portería aragonesa y el Livorno sólo logró un tanto en el Ciudad de Zaragoza (2-1). Así, el único lunar está en Riazor.

En ese buen nivel, los defensas y el guardameta del Zaragoza quieren repartir méritos, porque "para nosotros es fundamental el esfuerzo que realiza la gente de arriba, que está corriendo y trabajando para no dejar llegar arriba a los equipos contrarios con peligro", sentencia Sergio, que dedica mención aparte para Zapater, que desde el pivote defensivo en la medular está haciendo un trabajo sensacional: "Tiene unas condiciones muy buenas para desempeñar esa función. Está jugando a un gran nivel y ojalá siga así".