Ricardo Arregui fue nombrado ayer presidente de la Asociación de Clubs de Balonmano (Asobal), con lo que se convirtió en el máximo mandatario de la Liga más potente del mundo. Arregui, jefe del Servicio de Neurocirugía de la MAZ y experto en congelaciones, se considera un apasionado del balonmano desde niño ("El balonmano es mi mundo", ha llegado a declarar en alguna ocasión). El médico irundarra de 54 años asume el cargo después de tres como presidente del CAI Aragón, en los que este amante del montañismo ha ido escalando posiciones en la tabla de influencia del balonmano español hasta alcanzar la cima de este deporte y convertirse en su cabeza visible.

"Estar en los puestos de decisión de la Liga conlleva una responsabilidad, en primer lugar, pero creo que puede ayudar al desarrollo del deporte aragonés y lo vamos a intentar", señaló ayer el nuevo presidente. El cargo, eso sí, es provisional y Arregui lo ocupará, en principio, hasta final de temporada. El anterior presidente, Miquel Roca, dimitió el pasado 2 de septiembre por desavenencias entre el organismo nacional y la Federación Europea de Balonmano (EHF), y para no suponer "un obstáculo", según sus propias palabras, entre estos organismos y la Federación Internacional (IHF), en la ocupaba el cargo de tesorero. A partir de ahora, tras la renuncia de Roca y la llegada de Arregui a la presidencia, se abre "un periodo de transición", tal y como declaró ayer Arregui.

SU NUEVA MISIÓN La Liga celebró ayer una asamblea extraordinaria en Madrid, de la que Arregui salió elegido por delante del otro candidato, Iñaki Bolinaga, presidente del Arrate, que ocupará la vicepresidencia. En esa asamblea los 16 presidentes de los clubs de la Asobal decidieron recortar el poder ejecutivo presidencial para darle otro tipo de funciones. "Queremos potenciar a los órganos profesionales que trabajan el la Liga, que el gerente y el secretario general tengan más poder de decisión, y que el presidente sea una figura que aporte imagen y representación. Aunque eso no quita que uno pueda aportar sus ideas", señaló el nuevo presidente.

Esas ideas que propugna el mandatario del CAI Aragón comulgan con las del resto de la Liga y las de los clubs más potentes de Europa. Para Arregui, el balonmano "necesita un cambio de estructura. El tema del calendario es muy importante, sobre todo de cara a vender el producto. Tal como está organizado ahora, es muy difícil de seguir por los medios, por la afición. Hay temporadas que casi se olvida que hay competición nacional y eso es un problema importante que debemos arreglar. Hay que trabajar en ello, porque tenemos la mejor Liga del mundo y tenemos que conseguir más repercusión, estar en los medios, más espónsores y, sobre todo, llenar las canchas de aficionados como se llenan en otros países".

La idea de los máximos mandatarios del balonmano nacional, encabezados desde ayer por Arregui, es que la Liga española tenga fechas y horarios fijos en los fines de semana, y la competición europea, como en otros deportes, se reserve para entre semana. "Sería lo ideal" --dice-- ", pero hay muchos intereses: derechos de televisión, la Federación Europea, los clubs de ligas menos potentes, a quienes sí interesa jugar el fin de semana. Es complicado, pero la idea es seguir trabajando. Las medidas de fuerza parecen más efectivas, pero yo creo más en el consenso y los equipos menos potentes se darán cuenta de que les interesa estar con nosotros".

DEDICACIÓN A partir de ayer, el doctor Arregui tendrá que compaginar sus tres cargos, el de médico en la MAZ y las dos presidencias. "Lo podré compaginar, porque es un trabajo en equipo y hay gente muy preparada que trabaja cada día en el club y en la Federación. Lo que nunca haría es dejar la medicina, porque es mi vocación, mi pasión, y siempre he tenido claro que mis pacientes están por encima del deporte. Aunque el balonamno me dio mucho desde el punto de vista personal, y ahora se lo estoy devolviendo".