En dos horas, y con ocho puntos, Ramon Cugat le cosió ayer el menisco roto a Samuel Etoo. En un quirófano de la Clínica del Pilar de Barcelona se recomponía la rodilla derecha del camerunés, mientras una herida se abría inmediatamente en el Bar§a. Se había hecho a la idea de que no tendría al goleador durante tres meses, pero los médicos, tras la intervención quirúrgica, revelaron la gravedad de la lesión. "Son cinco meses de baja, no hay hostia que valga" dijo Cugat.

No habían pasado ni 24 horas desde que Etoo se dejó caer al suelo en Bremen. Había dado un sencillo pase a Ronaldinho y ahora son cinco meses de baja. Todo un mundo para Samuel, que nunca había sufrido una lesión tan grave. "Se me ha bloqueado la rodilla", contó en el vestuario. Del campo salió en camilla, del estadio, ya con la rodilla desbloqueada, con muletas.

DOS VÍAS A su llegada a Barcelona, pasadas las cuatro de la madrugada, acompañado por Ricard Pruna, el doctor del equipo se dirigió a la clínica Asepeyo de Sant Cugat, donde le esperaba Ramon Cugat, su médico de confianza. El mismo que le trató en el 2005. Pero Etoo no iba solo. También estaba Joan Laporta, el presidente azulgrana. Con la resonancia en la mano, y la confirmación de que el diagnóstico inicial de Pruna, a pie de campo, era correcto --"sufre una rotura y desinserción del menisco externo", explicó--, se abrían dos hipótesis. La operación era inevitable. Pero había dos vías. Una más sencilla y de más rápida recuperación --extirpar el menisco--, con lo que el plazo de recuperación sería de tres meses. Y otra mucho más prudente. Pero más larga.

"¿Si se saca el menisco qué pasa, doctor?", preguntó Etoo a Cugat. "Pues que queda una minusvalía en tu rodilla", le respondió este, quien después, ante los periodistas, fue más rotundo aún. "Sacarle el menisco altera toda la biomecánica del jugador para siempre". O sea, Etoo sabía que, tarde o temprano, esa decisión afectaría a su rodilla derecha. Ya nunca más volvería a ser la misma. No quiso correr ese riesgo.

CONSENSUADO CON LAPORTA Laporta escuchaba también las opiniones médicas, mientras Etoo procesaba toda la información. Tardó poco en decidirse, avalado por la ayuda del presidente. "Mira, Samuel. La idea es reinsertarlo. El menisco está perfecto. Puede funcionar perfectamente", contó Cugat.

De momento, Etoo estará un mes con la rodilla inmovilizada. Después, podrá caminar. Pero sin prisa alguna. Poco a poco. Al tercer mes, coincidiendo con las fiestas navideñas, comenzará a correr y tocar balón. Si todo va bien, a finales de febrero, al campo.