Alonso se dio ayer un baño de multitudes. El bicampeón del mundo de Fórmula 1 afirmó sentirse un "privilegiado" al contar con "la mejor afición del mundo" que le permitió "no sentirse solo" en los momentos difíciles de la última temporada "en los que algunos perdieron la fe". Alonso hizo estas afirmaciones desde el balcón del Ayuntamiento de Oviedo ante unas 5.000 personas, según fuentes municipales, que abarrotaban la Plaza de la Constitución para festejar con él la consecución de su segundo título mundial.
"Oviedo, Asturias y España, todos somos dos veces campeones del mundo", proclamó el todavía piloto de Renault ante sus seguidores, la marea azul que, subrayó, le acompaña en cada carrera y que aporta su colorido y sus cánticos en los circuitos, "algo habitual en otros deportes, pero que es raro en el mundo del motor".
Alonso, recibido a los acordes de We are the champions y con el lanzamiento de miles de papeles de color azul y blanco, destacó el "honor" que supone para él ver su ciudad natal engalanada. Una enorme lona cubría la fachada del Ayuntamiento con la leyenda Enhorabuena campeón, junto a una imagen del piloto.
El bicampeón mundial bromeó incluso con sus seguidores a los que frenó cuando pedían al heptacampeón Michael Schumacher que saludase a su sucesor al frente de la F-1. "Eso no se dice", apuntó el piloto ovetense antes de contestar a un nuevo cántico de sus aficionados. "Yo seré cojonudo, pero vosotros también lo sois".
LA JUSTICIA Alonso hizo un resumen de un año que demostró, dijo, que no había sido ningún error anunciar su fichaje por McLaren al comienzo de la temporada, lo que le permitió concentrarse en la competición de la que tuvo un recuerdo especial para su primera victoria en el Gran Premio de España. "Me sentí invencible por el apoyo que recibí desde las gradas", apuntó antes de advertir que las presuntas desavenencias con su equipo sólo tenían como objetivo "motivarlos".
El asturiano aseguró que en los momentos en los que Ferrari acortaba distancias, él estaba convencido de que "se iba a hacer justicia" y de que, al final, "el deporte prevalece y la buena gente siempre está arriba". "Los que estamos aquí --añadió-- sois los que me habéis llevado a conseguir el campeonato y me hicisteis saber que no estaba solo", afirmó antes de recordar la sonrisa que le provocó una aficionada japonesa que portaba una bandera del Principado y que gritaba Puxa (Viva) Asturias en el penúltimo Gran Premio de la temporada. Alonso se despidió con una frase que invita al optimismo con McLaren. "Hasta el año que viene".