El 2006 ha sido el año de Peña Guara. Cecilia Buil ha estado en el dique seco durante casi todo el año por una lesión en su hombro izquierdo pero, como contrapartida, sus jóvenes alpinistas han firmado conquistas de primer orden a nivel internacional. La actividad más valorada fue la ascensión al Latok III, una pared de 2.500 metros de desnivel y 6.949 metros de altitud, por Álvaro Novellón y Óscar Pérez en la cadena del Karakorum. Esta ascensión fue galardonada por la Federación Española de Deportes de Montaña y Escalada como la mejor actividad del año 2006 realizada en el Himalaya.

Por otro lado, el oscense Dani Ascaso junto a Gorka Díaz y Jonatan Larrañaga abrieron una nueva vía de escalada en el valle del Nagma, en la cara norte de la Green Tower. La vía fue bautizada como Inshala, mi primo. La ascensión fue premiada por la Federación Aragonesa como la mejor actividad del 2006.

La cruz de la moneda la han protagonizado los dos fracasos de Carlos Pauner en el Himalaya. El tiempo ha frenado su deseo de sumar dos ochomiles más a los seis que tiene en su mochila. En la primavera no pudo con el Dhaulagiri y en verano con el Broad Peak. Sí que tuvieron éxito el Club Mayencos y el Grupo Militar de Alta Montaña, que alcanzaron la cima del G-II. A título individual, Luis Carlos Logroño subió el Cho Oyu.

Peña Guara, que cumple en el 2007 su 75 aniversario, no tiene nada que ver con sus años dorados en los que Escartín, Arnal, Ortas, Ubieto y compañía subían a las montañas más altas. "Las subidas al Latok II y la Green Tower se salen de lo normal. Ahora se va a lo difícil y se olvidan las alturas. Hay un poco de obsesión con los ochomiles", explica Lorenzo Ortas, vicepresidente de Peña Guara.

Nuevo alpinismo

Peña Guara ha olvidado por necesidad el himalayismo. Ahora está más en boga el alpinismo de dificultad. "Las tendencias actuales son estas. Nos gustaría que hubieran expediciones a los ochomiles. Ahora se llevan ascensiones de escalada en roca de mucha dificultad como es el caso de Ascaso o de un alpinismo arriesgado y comprometido como en el Latok III", afirma Ortas.

"A lo mejor, ahora los que vamos al Himalaya buscamos montañas más pequeñas, pero más técnicas", afirma Óscar Pérez. "La ascensión al Latok III apenas salió en la prensa y a raíz del premio ha tenido más bombo". Pérez subió a la montaña con Álvaro Novellón. "Empezamos a escalar juntos hace año y medio y nos compenetramos bastante bien. Tenemos caracteres parecidos y formamos un buen tandem. No necesitamos hablar mucho para saber lo que hay que hacer", dice Pérez.

Novellón y Pérez son polivalentes, pero les gusta la escalada técnica. "Preferimos un montañón difícil, con hielo, mixto y en el Pakistán nos encontramos de todo". Subieron la montaña de granito por la vía japonesa en estilo alpino, un estilo arriesgado, limpio y rápido. Hollaron la cima el 24 de julio. Situado en el valle del glaciar Biafo, el Latok III posee grandes paredes de granito y afiladas aristas.

Pérez describe el Latok III. "Es bastante vertical desde la base hasta la cima y tiene 2.500 metros de desnivel. Subimos 800 metros por unos corredores y a partir de ahí empieza una arista de roca y tramos de hielo y nieve". Subieron en un par de días y medio. "En la bajada terminamos reventados puesto que bebimos, comimos y dormimos poco y aclimatamos con demasiada precipitación", recuerda Pérez.

Dani Ascaso

Dani Ascaso nunca se da importancia y le gusta ir por libre. Es uno de los mejores escaladores aragoneses, pero él no le da importancia a su gran pasión. Prueba de ello fue la valoración a su apertura de la ruta Inshala, mi primo, en la Green Tower del Karakorum. "La vía en cuanto a dificultad no es nada del otro mundo y no es una actividad de nivel". La nueva vía es de 850 metros de una dificultad de A36A en estilo alpino y artificial.