--¿Qué valoración hace de lo hecho por el equipo hasta ahora?

--Creo que hemos crecido en los últimos partidos, pero es cierto que no empezamos de la manera que queríamos. Comenzamos con algunas dudas, pero poco a poco hemos ido mejorando. Lo peor es que quedamos fuera de la UEFA.

--El día de la eliminación de la UEFA ante el Aris se fue de La Romareda más hundido que nunca.

--Era una competición que me hacía mucha ilusión. La pasada campaña se superaron todas las expectativas y nos ganamos una plaza para la UEFA peleando a muerte, por eso quedar fuera en la primera ronda fue muy duro. Fue un golpe muy fuerte para todos.

--El equipo todavía no ha llegado a jugar bien, pero ha ido de menos a más. ¿A usted le ha podido suceder lo mismo?

--No tuve la suerte de empezar jugando, pero mi idea, cuando no me toca hacerlo, es tratar de entrar en el equipo y buscar que el técnico tenga la certeza de que cuando me ponga lo voy a hacer bien. Por suerte he jugado ya los tres últimos partidos y estoy contento.

--Pero cuando le ha tocado jugar ha sido de los mejores.

--Para algunos medios sí, mientras que para otros fui el peor.

--La afición sí que lo ha visto así.

--Eso es lo que verdaderamente me interesa. Cuando la gente te pita el jugador, como es lógico, se siente mal, pero cuando te aplaude es lo mejor. El cariño de la gente no se compra con nada y estoy muy contento con el apoyo recibido.

--Además ustedes son los primeros que saben cómo lo han hecho.

--Yo sí. Por eso cuando voy a casa soy capaz de darme cabezazos contra la pared. A mi mo me gusta hablar mucho de mi rendimiento y prefiero hacerlo en mi casa. Entonces me escucha mi mujer, que de fútbol tampoco entiende y me da la razón. Yo sé cuando juego mal o bien y cuando soy un desastre. Además también me lo hace saber mi familia desde Argentina. Eso lo tengo claro. En fútbol hay momentos malos y buenos, pero lo que no hay que hacer es pasarse del límite. Algunas personas se confunden y tienen que saber que en el fútbol hay un límite en la relación entre el periodismo y el jugador. Hay que tratar de no pasar ese límite porque en caso contrario las cosas se pueden poner bravas. Nosotros también somos personas y cuando se pasa de ese límite habrá que arreglarlo de otra forma.

--¿Eso quiere decir que en alguna crítica hacia usted se ha pasado el límite del que habla?

--Sí. Me han faltado al respeto como persona y eso no lo voy a permitir.

--Pero no da nombres ni aclara lo que ha sucedido.

--Simplemente lo quise aclarar porque ha salido ahora el tema, pero nada más. Para mí es un punto cerrado. Prefiero que muera ahí, pero sin olvidar que todo en la vida tiene un límite. En el fútbol nadie me ha regalado nada. Nunca me he enojado porque me hayan criticado. Ese es el trabajo del periodismo y el nuestro es tratar de hacerlo lo mejor posible para darle una alegría a la gente, pero sí que duelen las críticas cuando pasan a lo personal o se publican cosas que no son verídicas.

--¿Cree que los dos próximos choques (Atlético y Villarreal) pueden marcar el devenir en la Liga?

--Son dos equipos que van a pelear por los seis primeros puestos y esperamos dar ante ellos el buen nivel que ofrecimos el año pasado. El Atlético no es el mismo, porque ahora tiene más fútbol y maneja mejor el balón de mitad de cancha hacia adelante. Nosotros vamos a tratar de ganar con nuestra apuesta futbolística pero tomando las precauciones necesarias.

--El Calderón fue uno de los pocos campos donde ganaron la temporada pasada, pero lo cierto es que fuera de casa no responden bien.

--No tengo una explicación para eso. Lo cierto es que el equipo no sale igual fuera que en casa, aunque la idea de ir a buscar el partido sea la misma. Está claro que si mejoramos en este punto quedaremos un poco más arriba.