La acalorada discusión protagonizada entre Pablo Aimar y Andrés D´Alessandro en una de las últimas jugadas del ejercicio con balón que puso fin al entrenamiento de ayer derivó en una pelea entre los dos jugadores argentinos del Real Zaragoza. La rápida intervención de algunos de sus compañeros evitó que ambos futbolistas pudieran llegar a golpearse. Víctor Fernández decidió entonces dar por finalizada la sesión preparatoria para evitar males mayores, pero ni él ni ninguno de sus ayudantes reaccionaron a tiempo a la hora de intentar cortar el claro conato de enfrentamiento entre Aimar y D´Alessandro. El técnico, sin intervenir, se limitó a decirle de lejos al Cai que se calmara: "Vale Pablo, vale". El incidente en sí, que fue presenciado también por Agapito Iglesias, accionista mayoritario del Zaragoza, y por Pedro Herrera, secretario técnico del club, que se encontraban en ese momento en la Ciudad Deportiva, duró menos de un minuto, pero la discusión venía de antes y no terminó ni en un diálogo posterior en el vestuario.

QUEJAS Y RESPUESTA Todo se inició cuando D´Alessandro se quejó de una jugada en la que se señaló una falta cometida sobre Pablo Aimar y en la que bajo su punto de vista no había habido nada punible. Los dos jugadores empezaron a discutir de lejos mientras el resto seguía con el ejercicio. Conforme fueron acercándose, Aimar gritó: "Estas hablando todo el rato. Te quejas de todo, ya vale" y le puso las manos en el pecho a D´Alessandro. Este último se quitó de encima a Aimar dándole un manotazo con la mano izquierda y le dijo: "No me levantes la voz, boludo. Te voy a matar. Eres el menos indicado para hablar, boludo, pelotudo"". El Cai, también desafiante, no se retiró un ápice y el Cabezón, muy acalorado, le espetó: "Haces siempre lo que quieres fuera y en la cancha ¿Quién te crees que eres? Haces lo que quieres".

Viendo que la discusión subía de tono --el "Te voy a matar" de Andrés se escuchó al menos tres veces-- se interpuso primero entre ambos el capitán Cuartero, pero sobre todo Diego Milito, que fue quien se llevó a D´Alessandro, y Sergio Fernández, que hizo lo mismo con Aimar. Víctor Fernández, que presenció el incidente de lejos, dio entonces por finalizado el entrenamiento y José Luis Arjol, preparador físico del equipo, ordenó a los jugadores realizar los habituales ejercicios de soltura. D´Alessandro no participó en ellos y, tras tirar al suelo el peto que había utilizado en el último ejercicio de la sesión, se dirigió rápidamente al vestuario sin hablar con nadie.

TENSIÓN EN EL VESTUARIO Allí, cuando apareció Aimar, ambos retomaron la discusión mientras sus compañeros trataban de calmarlos. Los dos estuvieron enzarzados dialécticamente durante cinco minutos más aproximadamente, pero no hubo otro conato de pelea, aunque tampoco de paz. Luego, D´Alessandro se marchó a la ducha y Aimar a ponerse hielo en un golpe. Ninguno de los dos se pidió disculpas tras lo sucedido y cada uno abandonó la Ciudad Deportiva por su lado, sin coincidir en ningún momento.

Víctor, en una conversación informal, quiso quitar luego hierro al asunto y aseguró que ambos futbolistas son muy amigos, pero lo cierto es que las frases utilizadas por D´Alessandro, a pesar de ser en un momento de acaloramiento, invitan a pensar en algo más que una simple discusión. Aimar, pese a no atravesar un buen momento, sigue teniendo la confianza de Víctor, que lo ha mantenido siempre en el equipo, mientras que D´Alessandro ya ha sido más de una vez suplente y se ha tenido que ganar la titularidad a base de buenas actuaciones. Quizás este último piense que su compañero recibe un mejor trato que él por parte del entrenador o que debe hacer algo más que el Cai para estar en el once. En ese contexto, la frase de D´Alessandro en la que le dice a su compatriota que hace siempre lo que quiere tiene mucho sentido.