El destino ha querido que el Pontevedra sea el primer escollo del Real Zaragoza en la Copa del Rey, un torneo en el que vuelven a quedar depositadas muchas de las ilusiones del zaragocismo tras el fracaso en la UEFA ante el Aris de Salónica. La ida se disputará en el Municipal de Pasarón el 13 de noviembre --si las convocatorias internacionales no posibiltan lo contrario-- mientras que la vuelta en La Romareda queda muy lejana en el tiempo: el 2 de enero del próximo año.

Hace ya 37 años del único precedente existente entre ambos en la competición. Fue en mayo de 1970, y se saldó favorable para el conjunto aragonés. El Zaragoza se aprovechó de la debilidad anímica de un rival que ya había certificado su descenso a Segunda tras cinco años en la máxima categoría, y fruto de ello ganó primero en Pasarón 1-2 (goles de Quirós y Villa) y consumó después un resultado de escándalo la vuelta: 8-0. Santos (2), Totó (2), Oliveros, Quirós, Villa y Tejedor fueron los artífices de la goleada que sirvió para cerrar la época más gloriosa de un conjunto que no ha vuelto a acercarse a la élite del fútbol español.

Diseñado para ascender

En la actualidad, el Pontevedra es uno de los grandes de la Segunda División B. Cuenta con uno de los presupuestos más elevados de la categoría --algo más de 1´2 millones de euros-- y es el actual campeón del Grupo I. Su única meta es el ascenso, para encontrar la salida a una categoría en la que se ha estancado. Tiene los mejores registros del Siglo XXI --siempre ha jugado la fase de ascenso-- pero solo ha tenido una aparición esporádica en la división de plata, y la cerró como colista y descendiendo. "El único objetivo que tenemos es lograr ascender", recalca Xabi Gracia, entrenador del equipo gallego. El que fuese jugador de la Real Sociedad o el Villarreal disfruta de su primera experiencia profesional como técnico en Pontevedra, y tiene claro que la eliminatoria "es un premio por haber superado las tres rondas anteriores ante Alcalá (1-5),Cartagena (1-0) y Puertollano (2-0)".

De su mano se ha españolizado el equipo, formando una plantilla sin estrellas en la que dos de ellos saben lo que es jugar en Primera. Se trata del incombustible Turiel y de Xavi Moré, que busca en tierras gallegas relanzar su carrera tras jugar a las órdenes de su padre en el Valladolid y en el Castellón. Dentro de este grupo de jugadores humildes hay dos que encandilan a las gradas del Municipal de Pasaron: Igor y Fran Rico. Igor es el hombre gol del equipo. Este año se ha destapado, y es pichichi de su grupo con seis goles. Pero la auténtica sensación del Pontevedra es Fran Rico. El canterano debutó con 18 años y tres años después es el líder de la medular. El Pontevedra llego a rechazar 600.000 euros del Cádiz para ficharlo.

Queda por ver el recibimiento de la afición pontevedresa, ya que en la última visita de un Primera, el Celta de Vigo en el 2003, apenas acudieron 6.000 personas al derbi. Sea como sea no debe subestimarse a un gallito de Segunda B.