El capitán del Real Zaragoza, Luis Carlos Cuartero, señaló hoy que el equipo no está desunido, ni enfadado, ni hay grupos, por contra a los rumores que circulan tras los dos incidentes protagonizados por Andrés D'Alessandro la pasada semana y la actual.

El jugador argentino se encaró la semana pasada con su compatriota Pablo Aimar al que acusó de tener privilegios, siendo sujetado por sus compañeros para evitar males mayores, y ayer se encaró con Víctor Fernández y le acusó de ser el culpable de todo lo que ocurría en el vestuario, por lo que fue expulsado de la sesión preparatoria, y hoy ha sido apartado del resto de la plantilla y ha debido entrenarse en solitario, algo que hará hasta que el Real Zaragoza tome una decisión.

"Está claro que el equipo no está desunido ni enfadado ni hay grupos. Llevo muchos años aquí y el vestuario que estoy viviendo este año para nada es eso sino todo lo contrario. Es un grupo muy normal que está de acuerdo en que no estamos jugando bien y en que las cosas no van bien pero con unión y entrenamientos tiene que cambiar", indicó el jugador aragonés.

Cuartero comentó que estaban pasando muchas cosas en los últimos días y mostró su preocupación si no se gana el próximo domingo al Villarreal. A este respecto dijo que había que darle la vuelta a la dinámica actual y ganar al conjunto castellonense.

El capitán zaragocista indicó que los jugadores están muy unidos y quieren que todo pase cuanto antes y que sabe que la postura que ha adoptado el entrenador en este asunto no le gusta al propio Víctor Fernández pero que como jefe del barco tiene que intentar que todo vaya bien.

Sobre este tema dijo que la plantilla ni apoya ni deja de apoyar la medida del entrenador: "es una situación en la que ha tenido que tomar una decisión que tiene que pasar por el club, pero ni apoyamos ni dejamos de apoyarla. Son normas que se tiene que cumplir porque el entrenador es el que tiene el mando y el que tiene que marcar las directrices y lo que queremos es que la situación se arregle cuanto antes".

Igualmente destacó que la actitud de su compañero Andrés D'Alessandro tampoco le gustaba a la plantilla en los dos altercados que había tenido, pero que intentan apoyarle en los momentos complicados que está viviendo.

Cuartero añadió que D'Alessandro le había manifestado su preocupación, que estaba dolido y apenado y que quería pedir disculpas porque estaba arrepentido.

Sobre Víctor Fernández explicó que lo había visto afectado porque lo conoce desde hace mucho tiempo y que sabe que no le gusta para nada la decisión que había tomado pero que la había tenido que llevar adelante porque era un incidente grave.

"Hay que estar preocupados porque no es una situación muy común, aunque ocurre a veces, pero hay que zanjarla y poner los medios para que no vuelva a ocurrir y mirar hacia adelante", declaró.

Sobre la relación entre D'Alessandro y Aimar dijo que son dos compañeros que siempre se han llevado bien y que no le daba mayor importancia.

"Somos personas y lo que tienen que hacer es sentarse ellos dos y solucionar los problemas que puedan tener. Aquí estamos para jugar al fútbol y nadie nos va a pedir que vayamos a cenar con el compañero, pero sí tener un respeto e intentar ayudar al equipo, que para eso nos pagan, y por eso no creo que lo ocurrido tenga que influir sobre el terreno de juego", añadió.

Preguntado sobre si creía que Aimar tenía privilegios dentro de la plantilla dijo que detrás del jugador hay unos servicios médicos y que si no se entrenaba era porque tenía unas molestias.

"Yo no voy a debatir eso. Si él puede entrenarse y no quiere.... me imagino que si no lo hace es porque no puede", destacó.

El jugador de Pradilla de Ebro (Zaragoza) dijo que vería bien si el presidente del club, Eduardo Bandrés, y el máximo accionista, Agapito Iglesias, mostraban a la plantilla su malestar por el interés que tienen en el equipo, "pero no en plan sermón sino para hablar porque somos un equipo receptivo que sabe encajar las críticas".