Rusia ganó anoche a Suecia por 2-0 y se enfrentará el próximo sábado a Holanda en el tercer partido de los cuartos de final. Lo bueno de Rusia es que no podía especular con el resultado: solo le valía el triunfo para lograr el puesto en cuartos de final, proeza que no conseguía desde 1988. En cambio, Suecia podía especular con el balón porque un empate eliminaba al rival. Por eso, Rusia salió desde el inicio con la unica misión de batir al larguirucho Isaksson. Rusia se convirtió en una apisonadora en busca del gol.

Chutó 13 veces en los primeros 35 minutos, pero solo marcó un gol. Otra vez Pavlyuchenko batió a Isaksson tras culminar una excelente combinación del equipo (m. 24). El veterano Larsson respondió poco después con un cabezazo al larguero (m. 26) y otra vez Pavlyuchenko pudo aumentar el marcador nueve minutos después. El grupo de Hiddink demostró que es peligroso del centro del campo hacia adelante, pero que ofrece muchas dudas atrás. Ibrahimovic no apareció. Los rusos, sin embargo, marcaron el gol de la tranquilidad al inicio de la segunda parte en un espectacular contrataque, en una jugada de libro. Cinco pases y gol de Arshavin (m. 55).