El apasionante camino de Turquía por la Eurocopa continúa. El equipo de Fatih Terim volvió a aferrarse a su corazón para sobrevivir en los cuartos ante una Croacia que tuvo ganado el partido en la prórroga. Pero se confió y acabó derrumbada en los penaltis (1-1). Hasta tres lanzamientos fallaron los balcánicos. Los vencedores se medirán el miércoles con Alemania, la gran beneficiada por el esfuerzo de la batalla.

El duelo con menos glamur de los cuartos no pasará a la historia por el buen fútbol. La tensión y la emoción ganaron la partida al juego. Los 90 minutos se ventilaron sin novedades. Todo se dejó para el final en un desenlace increíble. Klasnic marcó para los croatas cuando la prórroga agonizaba (m. 119), pero Senturk empató en el último segundo, mientras Slaven Bilic increpaba a Mejuto González, el cuarto árbitro, al creer que el tiempo añadido ya estaba agotado. En la tanda decisiva, el tesón de los turcos volvió a triunfar.

TRES ERRORES Modric, Rakitic y Petric, tres de los mejores jugadores croatas, enviaron sus lanzamientos fuera mientras la pasión turca se desataba, en una imitación de lo que ocurrió en el último partido de la primera fase, cuando los otomanos lograron la clasificación en una remontada espectacular ante la República Checa. Esta vez Nihat no apareció, pero Senturk se encargó de emular a su compañero.

Los croatas no demostraron su condición de favoritos en el primer tiempo. Incomprensiblemente cedieron la posesión del balón a los turcos, un equipo que se mueve por impulsos, pero con un orgullo que les hace superar cualquier barrera. Altintop fue el primero en probar suerte con un disparo lejano, pero fue Croacia quien dispuso de la mejor oportunidad en una internada del diminuto Modric, un exquisito jugador de gran parecido físico con Johan Cruyff, que jugará la próxima temporada en el Tottenham de Juande Ramos. Su centro acabó en los pies de Olic, que remató al larguero.

EXCESIVA PRECIPITACIÓN Esa fue la única aproximación de los balcánicos antes del descanso. Los turcos, en cambio, estuvieron a punto de marcar con un tremendo disparo de Topal (m. 38). En la segunda mitad, la lógica se impuso poco a poco. Modric empezó a gestionar mejor sus esfuerzos y cogió la responsabilidad. Al astro de Zagreb le sobra talento, pero aún tiene pecados de juventud. Se precipita en exceso. El cerebro croata pidió el balón sin descanso y el panorama cambió. El conjunto de Bilic empezó a profundizar y a dar una sensación de peligro inédita hasta entonces. Olic volvió a tener el gol en sus botas, pero no culminó una jugada confusa (m. 50).

La defensa turca se tambaleó de nuevo tras un tiro de Kranjcar, El cansancio y las seis bajas lastraron a los turcos, que desaparecieron en la última media hora. Croacia arrinconó a su rival y fue madurando su objetivo. Rakitic (m. 70), Olic (m. 71, 89 y 90) y Srna (m. 82 y 90) acariciaron el gol, pero fue imposible. Rustu, el veterano exportero del Barça, se agigantó para frenar la avalancha y llevar el pulso a la prórroga. Croacia se adelantó gracias a Klasnic, pero dejó escapar el tren y Turquía supo aprovechar la inercia para consumar otro milagro en los penaltis.