Lástima de avería en el túnel del viento, maldito caso de espionaje que impidió a Renault instalar antes el amortiguador de masas, qué pena la enfermedad de Dino Tosso, el gurú de aerodinámica en el equipo francés. Porque sin todos esos contratiempos, Fernando Alonso hubiera disfrutado desde el principio de temporada de un R28 medianamente competitivo como el que que condujo hasta la segunda línea de la parrilla en Magny-Cours. La penalización de Lewis Hamilton (10 puestos) le permitirá arrancar hoy (14.00 horas Tele 5) tercero tras los dos Ferrari y con opciones muy serias de conseguir podio en el GP de Francia.

La victoria es cosa de Ferrari. Parece tan segura que ya celebran que Kimi Raikkonen ha atrapado la pole número 200 del equipo (decimosexta y segunda de la temporada para el finlandés). Su compañero y rival, Felipe Massa se conforma con compartir línea tras fallar en la crono. El finlandés marcó un tiempazo en su primer intento, mientras que Massa cometió ligeros errores en sus vueltas --"busqué los límites para conseguir la pole pero perdí tiempo", reconoció--, así que Kimi, viendo que su registro no iba a ser superado, y tras un ligero despiste en el primer sector del segundo intento, regresó a box para ahorrar gasolina.

UNA OPCIÓN Esa maniobra le permitirá salir con algo más de combustible que Massa y las normas en Ferrari son claras en la primera mitad de campeonato: si los dos coches van juntos, se detiene antes el que va por detrás. "Estoy contento de haber conseguido la pole número 200 para el equipo, pero sabemos que en la carrera todo puede suceder", alertó Raikkonen. A Massa solo le queda una oportunidad: adelantar a su compañero en la primera vuelta y el punto más claro es la primera frenada fuerte: la horquilla de Adelaida. Ahí tendrá que jugársela.

Y de esa lucha puede beneficiarse Fernando Alonso. Arranca tercero y, si no ocurre nada raro, llegará en esa posición a la frenada de Adelaida. Si aprovecha la pugna entre los Ferrari, bien, y si no, por delante le quedarán dos coches más rápidos que le permitirán rodar en sus mejores tiempos y poner distancia sobre quienes pueden disputarle el podio, Heikki Kovalainen (McLaren) y Robert Kubica (BMW).

"Los Ferrari han salido siempre muy bien y va a ser difícil plantarles cara. Si existe la posibilidad de intentar pasar a Massa, lógicamente, voy a intentarlo. A la hora de arriesgar él tiene más que perder y a lo mejor eso me ayuda a llevarme el gato al agua. Pero si podemos mantener la tercera posición, ya sería bastante", reveló el español, cuyo plan B es "tirar al máximo detrás de los Ferrari y abrir hueco con los de atrás".

KUBICA Jarno Trulli arranca cuarto a la derecha de Alonso pero el Toyota no es tan consistente en carrera como para inquietar al bicampeón. Heikki Kovalainen fue sancionado con cinco posiciones por obstaculizar Mark Webber en la Q-1 y partirá décimo, así que el gran rival de Alonso al podio se llama Robert Kubica, parte quinto, es el líder del mundial y pilota un BMW que en Magny Cours no ha encontrado los mejores reglajes para la calificación. "No sabemos muy a qué se debe, pero no hemos encontrado en todo el fin de semana la forma de sacarle el máximo rendimiento al coche y a los neumáticos", se quejó el polaco.

Otra cosa es el rendimiento en carrera, el desgaste de los neumáticos, las estrategias... Por ahí vendrá la lucha, pero bendito problema pelear por el pordio con el líder del mundial. "En otras carreras lo que necesitábamos para estar en podio era tener un golpe de suerte, como que no acabasen los McLaren o que algo pasase. Mañana dependemos menos de ese golpe de suerte; dependemos más de nosotros mismos", explicó Alonso. El gran problema para el español puede llegar.del cielo. "Puede que se registre más calor, eso cambiará mucho el rendimiento de los neumáticos y ya sabemos que eso a nosotros nos perjudica más".