El pulso ya está claro y, entre los equipos interesados en Aimar, se han quedado dos solos como claros aspirantes: Panathinaikos y Benfica. El club griego está muy cerca de llegar a un acuerdo con el Zaragoza, ya que subirá la última propuesta de seis millones para el club aragonés y lo hará esta semana, cuando un emisario del conjunto heleno tiene previsto viajar a la capital aragonesa. El Benfica, por su parte, ha optado por la otra vía, por la de seducir al jugador y está muy cerca de obtener el del futbolista para que después éste sea el encargado de presionar al conjunto zaragocista. Ése es el plan de Rui Costa, su director deportivo, que ya ha convencido a Quique Sánchez Flores, que ya lo dirigió en el Valencia, para que el Cai sea el emblema del conjunto portugués.

En esa pugna el gran beneficiado puede y debe ser el Zaragoza. La entidad aragonesa hace tiempo que colocó a Aimar el cartel de transferible y cifró entre 8 y 10 millones el precio de su salida --pagó cerca de 12 por él en el 2006 al Valencia--. Ahora, probablemente, pueda superar sus previsiones, porque la irrupción del Benfica le beneficia mucho.

MENOR OPTIMISMO Los dirigentes del Panathinaikos eran hasta optimistas la semana pasada. Tenían en la mano fichar al crack mediático que se habían propuesto, aunque les faltaba convencer al jugador, poco partidario de jugar en la Liga griega. Y lo iban a hacer con una potente oferta económica y el reclamo que supone jugar la Champions. El Zaragoza ya conoce que el club griego está dispuesto a ofrecer seis millones --tiene en mente llegar hasta los siete-- y espera acontecimientos. Sin embargo el optimismo griego se ha diluido y se admite la dificultad de incorporar a Aimar, al que le quedan dos años de contrato con el conjunto zaragocista.

La estrategia de Rui Costa ha sido diferente. El Benfica quiere cerrar primero los fichajes de Martins y Sinama Pongolle, ambos del Recreativo --están surgiendo dificultades con el segundo--, para después lanzarse a por Aimar, aunque tienen perfilado el acuerdo con el futbolista argentino, al que igualarían la ficha de 2,6 millones que tiene en el Zaragoza, un salario tan elevado que supone el tope salarial del conjunto lisboeta.

A Aimar le apetece mucho más jugar en Portugal que en Grecia, algo que reconocen sus representantes, que también dejan caer que el pacto con el club luso está próximo. Una vez logrado, el Benfica negociaría con el Zaragoza. Su oferta en las oficinas de La Romareda no será la mejor, ya que ha puesto el tope en seis millones, pero quiere utilizar la baza del jugador para convencer a la entidad zaragocista.

Lo cierto es que Aimar puede presumir de ser el jugador más cotizado de la actual plantilla. El Lazio inició la pugna con un tanteo de cinco millones y el América de México planeaba ofrecer hasta seis millones de dólares --el jugador no quería ir allí--, además del interés del Newcastle, el Hamburgo, el Ajax, el Aris, el Werder Bremen o el sueño imposible de River de que retornara a sus filas. Pero en esa carrera ya hay dos favoritos: Panathinaikos y Benfica.