Se acabaron los partidos de medio pelo. Llegan los octavos de la Champions con unos duelos extraordinarios entre los grandes de Europa. La igualdad presidirá unas eliminatorias muy equilibradas en las que el factor campo puede ser decisivo. Por eso el temor se instaló ayer en el Madrid. El Liverpool español de Rafa Benítez le espera. Casi nada. El Barça, por su parte, tendrá a priori un camino menos tortuoso ante el Lyon de Benzama y Juninho. Además es el único, como líder de su grupo de clasificación, que jugará el partido de vuelta en casa, toda una ventaja. Atlético y Villareal se medirán a Oporto y Panathinaikos respectivamente, dos rivales a su alcance.