Ricky Rubio celebró su partido 100 en la Liga ACB con una exhibición que catapultó al DKV Joventut hacia un triunfo muy sufrido ante un Alta Gestión Fuenlabrada, que llegó a ir 12 puntos arriba en el tercer período (47-59). El base badalonés tuvo la inestimable colaboración de Pau Ribas, que anotó 13 puntos en el último cuarto, y de un Jerome Moiso que en su debut rompió todos los tópicos del jugador que llega a media temporada. Los 15 puntos sin fallo del francés fueron determinantes. Como la aportación de Rubio que, en la última acción, le robó la bola a Oleson y evitó el último ataque del Fuenlabrada.

Además, el MMT Estudiantes va a dejar el año nuevamente situado en los puestos de descenso, a los que regresó tras salvar la categoría en el último partido de la pasada temporada de la mano de su quinta derrota consecutiva, rubricada por el Tau Vitoria, líder solitario, en el Bruesa Arena (100-81). Los colegiales cayeron hasta la penúltima posición mientras el Casajol se estrenó en casa esta campaña y degustó la segunda victoria del curso dos meses después de imponerse al Real Madrid en Vistalegre. El tiro exterior decidió el 74-69 que deja la distancia entre los sevillanos y el Estudiantes en una sola victoria (dos de los andaluces por una de los madrileños).

El vértigo que retorna al cuadro del Ramiro de Maeztu, atenuado por el buen juego desplegado hasta el último cuarto ante el Tau, también acompañó las victorias del Bruesa GBC sobre el Unicaja, con un apurado 82-81 obra del estadounidense Bernard Hopkins sobre la bocina de la prórroga, y la del DKV Joventut ante el Alta Gestión Fuenlabrada, dominado por la magia de Ricky Rubio, autor de los dos últimos tiros libres (86-84) y mejor hombre del partido (16 puntos, seis asistencias y cuatro recuperaciones en menos poco más de 20 minutos).