No parece que un Tenerife-Mallorca pueda despertar un interés masivo de la afición. Ahora bien, si ha jugado usted a la quiniela y acaba el domingo con 13 aciertos más el pleno al 15, las siguientes 24 horas pueden ser las más tensas de su vida. Pero no es el único motivo por el que los apostantes recelan del nuevo calendario del fútbol. "Es otra bofetada a las quinielas. Tan solo se tiene en cuenta a las televisiones", lamenta Ricardo Pastor, experto en quinielas y colaborador de EL PERIÓDICO. Para ellos, el partido del lunes solo genera incomodidades. Aparte de retrasar 24 horas el escrutinio, se acorta el tiempo para realizar la apuesta, plazo ya exiguo desde que se instauró el boleto intersemanal.

Sirva como ejemplo esta semana. Hasta mañana por la noche, los apostantes no conocerán el escrutinio, y solo tendrán la mañana del martes para sellar el siguiente boleto, con partidos de Champions y Liga Europa. El sábado a mediodía hay que tener listo el siguiente boleto. "Al menos --comenta Pastor--, la LFP ha prometido que nunca programará un viernes ninguno de los cinco partidos de Segunda que figuren en el boleto".

Los quinielistas lamentan que se olvide que ellos también aportan ingresos a la LFP. Concretamente el 10% de la recaudación (54 millones el año pasado para las arcas de los clubs).