"Cobarde" y "decepcionante" solo fueron algunas de las palabras que dedicó el técnico Gustavo Aranzana (ahora entrenador del Cáceres) a Paolo Quinteros cuando decidió dejar el León y poner rumbo a Zaragoza. La marcha del argentino no dejó entonces un buen sabor de boca entre una afición que le idolatraba. De hecho, en la ciudad todavía hay quien piensa que la llegada de Quinteros al CAI Zaragoza fue algo así como una espantada, pero mañana sábado, cuando el escolta regrese con la camiseta del equipo aragonés a la pista del León por primera vez tras su marcha, la grada expresará si ese enfado se mantiene en el tiempo o si todo ya es agua pasada.

Por el momento, el protagonista de esta historia espera una buena bienvenida. "Se está hablando mucho sobre mi regreso y creo que la gente me va a recibir bien. Repito que lo pasado, pasado está y no tiene ningún sentido rebuscar en él. Creo que la gente que entiende esta situación y que sabe de baloncesto me va recibir muy bien", explica Paolo Quinteros. Cuando llegó a España en el 2006 revolucionó la LEB, se erigió como el líder del León y el equipo consiguió el ascenso a la ACB frente al CAI Zaragoza. Sin embargo, durante las negociaciones veraniegas, Quinteros no estuvo de acuerdo con la forma en la que el club había definido su renovación, ya que el León se quiso acoger al derecho de tanteo y aquella idea no gustó al argentino. Este derecho es una norma que permite a los clubs mantener a los jugadores que finalizan contrato, pero solo afecta en el ámbito ACB. En este sentido, si el León hubiera incluído a Quinteros en la lista del derecho de tanteo hubiera significado que cualquier club de ACB podría haber hecho una oferta por el argentino, pero entonces el León habría tenido 10 días naturales para igualarla y quedarse con el jugador. Si por el contrario el León no hubiera igualado la oferta realizada por otro club de ACB, el jugador se habría marchado a dicho equipo pujante de esta categoría.

Cosas del destino, Quinteros recibió la oferta del CAI Zaragoza, en la LEB, y decidió cambiar de aires, dado que ni él ni la directiva del León llegaron a ponerse de acuerdo. Aquella situación tuvo diferentes interpretaciones. El tiempo ha pasado y el jugador argentino afirma que "en ningún momento tuve rencor por nada y ahora no tengo por qué dejar de hablar bien de ellos ni con ellos". Además, el escolta del CAI añade que todavía mantiene el contacto con Juan Bernabé, el único jugador de su etapa en León que todavía sigue en el club. "A veces habló con él, con quien entablé una gran amistad y a quien le tengo mucho aprecio porque junto a Tuky fue mi mentor. Ellos me ayudaron en mi primer año aquí", recuerda Quinteros.

Partido especial

León y CAI Zaragoza se han visto las caras hasta la saciedad en los últimos años y siempre luchando por un objetivo: el ascenso. Este año, el equipo aragonés va mucho más aventajado en lo que a esa meta se refiere, pero el choque no deja de tener un carácter diferente. El propio Quinteros confía en mantener su buena racha anotadora demostrada ante La Laguna para afrontar el partido en una cancha "especial". "El hecho de volver a la pista de mi primera temporada en España es bonito, porque allí conseguí el acenso y la gente me trató muy bien. Va a ser un partido muy lindo", dice Quinteros, quien añade que "solo vale la victoria". El que fuera guía del León y ahora líder del CAI regresa a su primer hogar. Al principio del comienzo.