El CAI Aragón es consciente de la importancia que jugará el público esta tarde, por lo que ha puesto en marcha una serie de iniciativas con las que confía en reunir a 5.000 personas dispuestas a ayudar al equipo a remontar los nueve goles de diferencia frente al Trebnje. Los abonados del club pueden llevar a dos invitados al partido --basta con presentar el carnet en las taquillas-- y las entradas cuestan únicamente 5 euros. Esta tarde se abrirán las taquillas del pabellón dos horas antes del partido. "El público ha respondido y confiamos en que haya una buena entrada", explica Óscar Mainer, gerente de la entidad zaragozana.

En principio, ya hay en la calle prácticamente 5.000 entradas --hoy se ponen a la venta las últimas 100 del anillo inferior--, por lo que la entidad confía en que todos los aficionados hagan uso de ellas y se acerquen hasta el pabellón, para que el primer anillo quede completo. Dentro, habrá varias iniciativas de animación, promovidas por la peña Artillería Naranja. Los artilleros llevan toda la semana promocionando el partido y animando a los aficionados a través de su blog y de distintas redes sociales como facebook o twenti. Repartirán 500 aplaudidores en la zona más cercana a la pista, estrenarán un bombo para acompañar la animación y piden al público que acuda al pabellón vestido de naranja para dar mayor colorido a la grada. El club pondrá a la venta bufandas dentro del mismo Príncipe Felipe al precio de seis euros.

La Copa EHF es la competición que mejores entradas ha registrado en partidos de balonmano. Cuando ha hecho falta darle la vuelta a un marcado adverso, la afición ha respondido. La primera muestra se produjo en las semifinales del 2007, con 7.000 espectadores ante el Skjern. Frente al Chambery, en el 2008, hubo más de 4.000. El hito sigue siendo la final del 2007, con 11.000 espectadores.