REAL ZARAGOZA / LA OPINIÓN DE ALFONSO HERNÁNDEZ

Algo bueno ha debido hacer Poschner

No creo que a Gerhard Poschner le lloré mucha gente, sobre todo Pedro Herrera y Antonio Prieto, que al final han aprovechado el desencuentro del alemán con Agapito Iglesias para quedar indemnes ante los ojos del empresario. El director general ha preferido anticiparse a los acontecimientos y ser él quien se vaya antes de que el presidente y otrora amigo suyo se dé un baño de masas en la reunión con las peñas al anunciar la destitución de quien hace poco más de nueve meses vino como su brazo armado. Le ha robado el golpe de efecto en una maniobra de adelantamiento que tiene mucho más que ver con el desencanto profesional que con una defensa a ultranza de su dignidad. En cualquier caso se va, lo que no es común en un club donde uno puede estar quemando bosques a diario y ser nombrado (o nombrarse a sí mismo) bombero honorífico del año. Desconozco hasta qué punto Poschner ha sido culpable de la planificación del equipo o responsable de su reestructuración en el mercado de invierno, porque la información se enturbia con tanto `fichador´ de por medio (Prieto sí que se jactó de haber traído a Pennant, qué estupendo), pero supongo que si Herrera no le quiere es que algo bueno ha debido hacer. Es una deducción, si me lo permiten, con lógica histórica, puesto desde que recogió el testigo de Avelino Chaves, el secretario técnico ha procurado que nadie ensombrezca su sombra en la caída de todo tipo de imperios de los que ha formado parte. La cicuta de Pedro es, sin duda, un brebaje encantador para las directivas que convierte en sapo aunque lo sea a todo aquel que amenace su poder. Tiene la confianza de Agapito, el mango por la sartén y a Prieto para hervir el aceite. Se avecina otra temporada más recalentando la permanencia en el microondas.

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