El español Alberto Contador (Astana) entrará en París por tercera vez como vencedor del Tour de Francia al superar en 31 segundos al luxemburgués Andy Schleck (Saxo Bank) en la contrarreloj de 52 kilómetros entre Burdeos y Pauillac, en la que se impuso el suizo Fabian Cancellara, y el ruso Denis Menchov desplazó a Samuel Sánchez de la tercera plaza del podio.

Contador, de 27 años, sufrió más de lo previsto para ganar la partida a Schleck, pero finalmente hizo valer los 8 segundos con los que contaba de ventaja en la salida y además superó a su rival en medio minuto. Ahora son 39 segundos, suficientes para ser coronado este domingo en París por tercera vez, lo que le colocará en la historia de la carrera junto al belga Philippe Thys, el francés Louison Bobet y el estadounidense Greg Lemond.

EL CAMPEÓN NO HA GANADO NINGUNA ETAPA

El ciclista madrileño terminará el Tour sin ganar ninguna etapa, lejos de las exhibiciones del año pasado en la montaña y contrarreloj. Lo hará con una impresión más conservadora, sin excesiva superioridad ante un Andy Schleck que será el gran rival durante años. Aportará la decimotercera victoria española -quinta consecutiva- en la historia de la carrera francesa.

En el segundo duelo más esperado de la contrarreloj, en el que estaba en juego el tercer puesto del cajón, no hubo color.

Denis Menchov se hará la foto con Contador y Andy en los Campos Elíseos, finalmente a 2:01 del líder.

CANCELLARA VENCE EN LA CONTRARRELOJ

La etapa no podía tener otro dueño que el suizo Fabian Cancellara, que impuso la ley del más fuerte en la modalidad. El triple campeón del mundo y oro medalla de oro olímpica superó por 17 segundos al alemán Tony Martin y en 1:48 a otro germano, también del Columbia, Bert Grabsch.

En la batalla de ilustres Contador se alejó a un inusual puesto 35, a 5.43 de Cancellara y Schleck al 44 a 6.14 del vencedor.

Salvó el tipo en la etapa Menchov, undécimo, a 3.38. Puestos intrascendentes alejados del interés que perseguía cada uno de los favoritos.

La llegada a meta de Espartaco Cancellara grabó un registro difícil de superar: 1h.00.56. El triple campeón mundial solo fue superado por el alemán Tony Martín en el primer punto intermedio, kilómetro 18, pero la maquina suiza empezó a funcionar para dejar claro en el km 36 que se iba a adjudicar la etapa. Tras la participación de más de 160 corredores el campeón olímpico mandaba con 17 segundos sobre Martin y 1.48 respecto a otro campeón mundial, el germano Bert Grabsch.

EL DUELO POR EL TOUR

En el kilómetro 18 avisó el luxemburgués poniéndose a 6 segundos en la general. Había restado dos segundos. No iba a ser un paseo para el madrileño, sin margen de error.

En el kilómetro 36 se apreció una ligera reacción del líder, 7 segundos mejor que Andy, que ya estaba a 15 en la general. A 10 kilómetros de Pauillac el sueño del luxemburgués se alejaba a los 20 segundos.

El madrileño tuvo que ir a tope, sin reservas, pero a falta de 4 kilómetros Andy había cedido de manera casi definitiva. Estaba a 38 segundos en la general provisional. El campeón de Luxemburgo apareció en la última recta y detuvo finalmente el reloj en 1h.07.10. Detrás llegó Contador, pletórico, en 1h.06.39, es decir 31 segundos por encima de su enemigo íntimo. Tiempo similar al que cosechó el virtual vencedor del Tour gracias a la cadena traviesa de Andy el día del Port de Balés.

También se había decidido ya el asunto del tercer puesto en el escalón. Denis Menchov estaba arrasando a Samuel Sánchez, con un adelanto de 1.21 minutos. El campeón olímpico iba directo hacia la temida medalla de chocolate, sospecha que se confirmó en meta. "Menchov ha sido muy superior. Ser cuarto no está mal, pero lo bonito es salir en la foto del podio. Me quedo a las puertas y me quedo con cierto sabor amargo", dijo el asturiano en meta.

PALABRA DE CAMPEÓN

"Todavía no me hago a la idea de lo que acabo de conseguir. Lo he pasado muy mal, he sufrido muchísimo", fue lo primero que expresó el virtual triple vencedor del Tour de Francia. Final interesante, con intriga, entre Contador y Schleck, llamados a mantener un duelo vertiginoso en los próximos años.