Cristina Ouviña tuvo en sus manos la canasta de la victoria en la final del Campeonato de Europa sub-20 celebrado en Letonia. A falta de trece segundos y con 75 a 74 para las rusas, la jugadora del Mann Filter subió con el balón y entró con una bandeja en la zona rival. Pero la pelota se salió del aro. "La defensa rusa me lo hizo jugar. Fue una entrada a canasta defendida", explica. España ganó la plata, pero fue un éxito amargo para el equipo preparado por Lucas Mondelo y una jugada que nunca olvidará la base aragonesa. "Fue una pena perder de un punto. Pero es lo que hay. Así es el deporte", reconoce.

Ouviña fue la figura del partido con 24 puntos. "Pero hubiera preferido meter dos puntos, los de la victoria", confiesa. España dio muy buena imagen ante el poderoso conjunto ruso. En un partido de preparación disputado en Tenerife, el cuadro nacional perdió de 20 puntos. "Eran muy buenas y muy altas, un equipo muy compensado con una base muy buena, las aleros eran grandes tiradoras y las pivots muy altas, con una jugadora de 2,08", afirma Ouviña.

Trayectoria

El sabor de la plata fue amargo. La medalla ha sido la culminación de una preparación que comenzó el 20 de junio en Lanzarote. "En el primer torneo terminamos las últimas. Jugamos con Rusia, Francia y Turquia". Después disputaron un campeonato en Italia y a continuación llegó el exigente Europeo, donde España ganó ocho de sus nueve encuentros. "En las dos primeras fases ganamos todos los partidos. A Serbia en la primera ronda de ocho puntos y en la segunda el equipo fuerte era Lituania y les ganamos bien", indica la base del Mann Filter.

Tras las dos liguillas pasaron primeras de su grupo. "Nos lo jugamos con el cuarto del otro grupo. Era Ucrania y vencimos de un punto. Íbamos casi todo el partido perdiendo y en el último minuto nos pusimos por delante". Las semifinales se las disputaron ante las anfitrionas en un pabellón lleno hasta la bandera. Los tres últimos encuentros fueron muy parejos. "En los cuartos y semifinales la moneda cayó de cara y en la final nos llevamos la cruz", explica Ouviña.

La selección española no contaba con un gran poderío físico, pero su fuerza era la defensa y un grupo de jugadoras de gran técnica y habilidad. "Solo tenemos dos tiradoras, Marta Tudanca y Elena Espiau y no contábamos con pivots altas. El techo era una chica del 92. Es Laura Gil de 1,92", dice. España sólo tenía en el puesto de base a Ouviña. "A veces colocaban a las escoltas Marta Xargay y Leonor Rodríguez en mi puesto, pero la verdad es que he jugado bastantes minutos", dice la jugadora del Mann Filter.

Ouviña cierra su ciclo con las selecciones menores. Ahora solo le queda el salto lejano a la absoluta. "No pienso en ello. El objetivo es hacerlo bien con el Mann Filter". La zaragozana cuenta con un brillante historial. Oro en el 2006 en el Europeo sub-16, plata del Europeo sub-20, el Mundial Júnior el año pasado y la culminación con el segundo puesto del pasado domingo. "Me da mucha pena dejar la selección. Es el último Europeo de categorías inferiores y el contacto con el resto de chicas lo iré perdiendo. Este año he hecho muy buenas amigas y da penilla esta despedida".

Cristina Ouviña es la punta del iceberg de un baloncesto femenino zaragozano floreciente en sus categorías menores. "Se trabaja mucho con la cantera y llaman a muchas chicas para las diferentes selecciones. De las jóvenes me encanta Rocío Torcal", apunta la aragonesa.