Un mes. Ése es el tiempo que le queda al Zaragoza para cerrar una plantilla en la que la delicada situación económica ha dejado demasiadas cosas en el aire. El 31 de agosto a las doce de la noche se cierra el plazo y nadie duda, ni en el club ni en el cuerpo técnico, que la recta final, los últimos días de agosto, será frenética. Es la cruda realidad para los clubs en crisis --la mayoría--, ya que deben esperar a los descartes del resto y al paso de los días para intentar dar forma a su plantilla. Seis salidas fijas --Pablo de Barros, Songo´o, Paredes, Babic, Pavón y Pennnat--, la necesidad de hacer un traspaso importante y no menos de tres fichajes --delantero, central y mediocentro--, aunque el número final dependerá de los que se vayan, aguardan a un club preso de su debilidad financiera.

El equipo está aún a medio hacer, pese a que ya han pasado tres meses desde que el pasado 8 de mayo sellara la permanencia en Chapín y, por si fuera poco, las graves lesiones de Uche y Laguardia han dado más sentido de provisionalidad al conjunto que dirige Gay, que tiene motivos para estar más que preocupado, por mucho que de cara al exterior mande un mensaje de relativa tranquilidad. El reto para Antonio Prieto, director deportivo, y que asumió, tal y como él dijo, la máxima responsabilidad en la planificación del equipo es de órdago. Él pone mucho en juego también en este mes.

UN PUNTA, LO PRIMERO En la agenda, lo urgente es un ariete. Nadie duda de que vendrá y se quiere que lo haga cuanto antes para que llegue adaptado al equipo al comienzo de Liga --29 de agosto en Riazor--, pero las circunstancias mandan. La lesión de Uche ya ha dejado a Braulio casi todos los números para quedarse y la lógica habla de que deberían llegar dos puntas. La economía dice que solo lo hará uno. Un central polivalente --que pueda jugar de lateral-- y que complete un eje con Jarosik y Contini, que son por ahora los titulares, y Goni es otra prioridad, lo mismo que un mediocentro con capacidad para sacar el balón, un puesto que solo tiene Gabi en la actual plantilla.

Las débiles arcas zaragocistas van a ir orientadas en esas tres direcciones, pero si se logra dar salida a Paredes llegaría un lateral izquierdo --se pugnó por Escudero-- y lo mismo sucederá con un refuerzo para la banda si se encuentra acomodo a Pennant. La Premier debe ser el destino del extremo inglés, al que su elevada ficha impide seguir en el Zaragoza. El club espera obtener un dinero por su traspaso, pero no es descartable que al final salga con la carta de libertad.

La salida de De Barros al Xerez sigue parada, mientras que Babic, sin ofertas por ahora, Pavón, con una propuesta del Bursaspor y el interés de Panionios, y Songo´o, que puede acabar en el fútbol francés, son los otros que deben irse. Otra cosa es que lo hagan.

La papeleta más difícil para Agapito llega con la necesidad de traspasar a uno de los jugadores con más cartel de la plantilla. Obradovic, Ander y Lafita lo son, pero las propuestas más concretas han llegado por Ander. El Sevilla ya ha ofrecido seis millones, lo mismo que en su día hizo el Valencia y uno menos que el tanteo del Athletic, pero el club se resiste a vender a Ander, salvo que la oferta sea irrechazable y permita no solo inyectar liquidez a las arcas sino además rematar de una manera competitiva la plantilla. Así, extraoficialmente, el club ha tasado al canterano en una cifra en torno a doce millones. El Sevilla es el gran candidato y ayer, Antonio Álvarez, su técnico, admitió el interés, pero dijo que también barajan otros nombres --Cigarini (Nápoles), Defour (Standard) o Granero (Madrid)--.

Lafita, por quien se interesaron el Espanyol y el Marsella y al que el Zaragoza ha tasado en cinco millones, y Obradovic, con buen cartel en Italia, pueden salir si llega una oferta importante.