--Regresa a una citación tras dos partidos de baja por sus molestias en la rodilla, un dolor con el que ya ha aprendido a convivir.--Hice una muy buena pretemporada, hasta yo me quedé sorprendido de entrenar 40 días seguidos en verano, pero nos pasamos un poco y cuando me tocó jugar tenía alguna molestia en la rodilla. Por eso, paré durante dos semanas y ahora ya estoy listo para jugar y ayudar.

--¿Está para 90 minutos?--Lo único que puedo decir es que estoy preparado para jugar y mi respuesta depende mucho del partido. En Bilbao hay que estar al 100% y, si fuera titular y llegara al minuto 60 y no me sintiera bien, sería el primero en pedir el cambio.

--El míster tiene la intención de situar a un jugador por delante de la defensa para que ayude en la contención. Usted hizo ese papel en la última visita a San Mamés, pero ahora Pinter es el claro favorito para jugar ahí.--El Athletic es un equipo muy fuerte que te exige concentración máxima. El jugador que se mueva por delante de la defensa tiene que estar muy centrado, dar órdenes y atento a las acciones de dejada de Llorente. Contra el Racing hicimos algo parecido esta temporada y creo que cumplí con ese papel, porque hasta el minuto 74 que me fui ellos no llegaron con demasiada claridad. A mí ese planteamiento me parece muy adecuado para jugar en San Mamés.

--Pinter y usted tienen características similares y juegan en la misma posición. ¿Qué le parece como futbolista?--Tiene un gran futuro, como también Kevin. Lo malo es que un jugador joven en un grupo que no logra buenos resultados no lo tiene fácil, porque puede dar un paso atrás, pero yo lo veo con nivel y con capacidad. Lo único que le dificulta ahora es su adaptación, porque es algo tímido en su carácter, pero puede hacer muchas cosas en el futuro. El Zaragoza necesita jugadores así.

--El Zaragoza necesita ahora muchas cosas. Está penúltimo y con solo tres puntos...--Hay que hacer lo máximo para no bajar. Si lo logramos, la situación va a mejorar el año que viene, porque el club ha hecho cosas para bajar presupuesto y salarios, pero la estabilidad pasa por seguir en Primera. Es un momento delicado, crítico, pero solo depende de nosotros sacar esto.

--La fractura social que se vive entre los dirigentes y la afición tampoco ayuda nada. ¿Cómo la ve?--Creo que es normal. Es que cuando no hay resultados y el club pasa por un momento delicado las críticas y el enfado de la afición siempre llegan. Pero nosotros podemos cambiar esto y se logra con buenos resultados.

--Usted vivió en el Barça cómo Laporta pasó por su peor momento ante la afición en la última época con Rijkaard de entrenador. Y al Barça le afectó. Al Zaragoza también puede hacerlo que la grada no apruebe la gestión de Agapito...--La situación afecta a un equipo, porque es muy difícil aislarse, pero no podemos dejar que nos impida hacer nuestro trabajo. Hay que tener una mentalidad fuerte. La receta es mantener la unión en el vestuario y el trabajo de mentalización para centrarse solo en lo que sucede en el césped. Es difícil, pero es que en el campo no entra el presidente, ni la afición, ni la crisis económica, sino 11 jugadores que tienen que demostrarse a sí mismos y a la gente que están bien y que pueden superar la adversidad.

--Es el jugador más veterano de este grupo y también el más laureado. Su experiencia se antoja vital en estos momentos, sobre todo para ayudar a los más jóvenes.--Aquí todos tenemos nuestra parcela de compromiso y asumo mi papel. En situaciones delicadas, tanto en el césped como fuera de él, los que llevamos más años tenemos una importancia mayor.

--¿El Zaragoza es mejor de lo que ha demostrado en seis jornadas?--Por supuesto. Tengo un 100% de confianza en este grupo. Mire, he vivido otros vestuarios y sé que si no ganas hay jugadores molestos y otros que hacen la guerra por su cuenta. Aquí no está sucediendo eso. La unidad no se ha resquebrajado nada, tampoco faltan el compromiso y el trabajo, pese a todo lo que rodea al equipo. Hay que trabajar y seguro que la primera victoria va a llegar pronto. Entonces, todo se verá de otra manera y llegará una secuencia de buenos resultados.

--En verano aseguraban que la permanencia este año iba a ser tranquila. ¿Aún piensan lo mismo?--Yo, al menos, sí y creo que el resto del vestuario sigue pensando así. No hay ninguna duda y tenemos capacidad de mejorar, de ir para arriba. Todo va a salir bien este año, seguro.

--El vestuario tiene 14 extranjeros y 11 nacionalidades. ¿Eso no dificulta mucho un único mensaje?--Dificultaría si esos 14 no entendieran el idioma, pero aquí casi todos los que venimos de fuera sabemos el castellano, salvo Pinter y Said, a los que les puede costar un poco. De verdad que no veo ningún problema ahí, porque todos tenemos un compromiso grande, también para mejorar en nuestro castellano.

--El presidente ha ratificado al entrenador, pero si no llegan resultados la cuerda se rompe siempre por el mismo lado. ¿Cómo está el vestuario con el técnico?--Él siempre deja la libertad para hablar, para ayudar y el vestuario con el míster está bien, normal. En un grupo siempre es difícil tener contentos a todos, porque algunos quieren jugar más, otros entrar en la lista... Gay no va a dejar de pelear y ya lo ha demostrado. El año pasado, sin saber si era segura su continuidad, hizo un gran trabajo y entre todos logramos la permanencia.

--Esa permanencia sirvió para que se prolongara su contrato hasta el 2011. Cuando termine esta temporada tendrá casi 35 años. ¿Dónde se ve entonces?--No sé si la temporada que viene habrá una posibilidad de seguir en el Zaragoza o en España, pero de verdad que me veo en condiciones, probablemente un poco más atrás, en la defensa, para no correr tanto en el medio (sonríe). Estaré en el fútbol mientras me vea con capacidad de aportar cosas. Y ahora me siento así.